**Capítulo: “El Legado del Fénix”**
Electra observó las caras de incredulidad ante su revelación. Hanna, aún tambaleándose de la sorpresa, se sostuvo del sofá, mientras Derek y James intercambiaban miradas de confusión y alarma.
–Electra, has perdido la cordura. Vienes del futuro, donde está mi amiga entonces—preguntó Hanna en forma de reproche, era totalmente estupido creer algo cono eso
–Hanna, se que es difícil, soy yo Electra tu amiga. Decidí volver a reiniciar nuestras vidas, no podía quedarme viendo como los… no podia solo quedarme de brazos cruzados—James y Derek estaban que no lo creian, el poder de esa ave Fénix siempre fue un peligro y cualquiera que naciera con ese poder sería observado por el consejo de magos desde su nacimiento hasta morir y no sólo eso, sino que una vez cumpliera la mayoría de edad, que es cuando el ave despierta, sería sellado nuevamente y así sucedería cada vez que sintieran peligro.
James se acercó a Electra y tomó sus manos, si el ave estaba por despertar lo rechazaría ya que el sería como un enemigo solo con ver sus intenciones.
–Tu mano— exigió James a Electra, mientras ella muy inocente se la tendió. James la tomó y busco todos pensamientos más letales hacia ella, pero nada sucedía.
–debe ser porque eres su compañero, permiteme hacerlo a mí— James miró a Derek y estuvo de acuerdo con esa parte, pero no quería que la vida de su compañera estuviera amenazada por su amigo, pero lamentablemente no tenía de otra.
–Que demonios están haciendo, me quieren volver loca!— grito furiosa Hanna, pero fue ignorada esta vez. Derek hizo exactamente lo que hizo James pero no había sentido nada, hasta que soltó las manos de Electra como si quemaran. James lo miró esperando respuestas.
–Que sucedió? —preguntó ya que James no respondió. El se alejo de Electra y Hannah la llevó en cada uno de sus pasos .
–Eres un peligro Electra, no ha despertado. Pero lo hará en cualquiera momento, el consejo mágico debe saber esto.
James se interpuso y negó con la cabeza
–Nadie la va a tocar, el maldito consejo mágico debe saberlo desde hace tiempo. Te aseguro que deben estar cerca y seguro que ya lo saben.— Electra se puso de pies y se acercó a James
–Derek tiene razón, esta al despertar. Lo hará exactamente en una semana. Es el tiempo que tengo para adelantarme a los hechos de Gwyddyon antes de que nos encuentre.
–Una semana? — Electra asintió y volvió a tomar asiento.
–Isabella y Barrick vendrán hasta aquí a advertirnos sobre los hechiceros oscuros, ella quería que saliéramos con ella,pero Hanna no le creía nada, justo como ahora, así que decidimos no creerle aunque yo sabía que ella decía la verdad. — Electra estaba tan concentrada que no de daba cuenta de lo que estaba haciendo y tanto Derek como James estaban asombrados, en el caso de Hanna estaba asustada y aterrorizada.-– un momento después llegó Derek y fuimos atacados por sombras oscuras, eran estéreas así que no podíamos hacerle nada. Fue horrible.— terminó diciendo, levantó la vista para ver que los hombres frente a ella estaban con la vista fija hacia la puerta al igual que Hanna, solo que ella estaba más asustada que antes.
Electra confundida sigue la vista de ellos para ver con asombro que según iba narrando los hechos, se estaban visualizado frente a ellos como si de una película se tratara.
–Donde tienes el proyector Electra. Es fácil hacer eso.— Lo decía miedo se agarraba la cabeza y buscaba el dichoso proyector.
–Hanna— trato de acercarse pero ella se lo prohibió.
–No te acerques a mí, donde lo tienes— aquella acción lastimó a Electra, pero sabía que pronto ella entendería y aceptaría todo lo que dijo, ella recordaría todo aunque fuera solo con fragmentos.
Hanna, aún aturdida, intentó procesar la información. Sus pensamientos se agolpaban en su mente, y el eco de las palabras de Electra resonaba como un susurro inquietante. James se acercó a Electra y ambos tomaron asiento, su expresión estaba entre la duda y la preocupación.
–Así que, según tú, el Fénix en tu interior es la clave para evitar una catástrofe. Que es lo que quieres cambiar Electra, que fue tan difícil de aceptar?—dijo James, con un tono que mezclaba escepticismo y curiosidad—. ¿Y cómo planeas hacer eso?
Electra se removió en su asiento al recordar lo hechos pasados, era algo que no quería recordar ni revivir nunca más
–No puedo hacerlo sola—respondió Electra—. Necesito que confíen en mí y trabajen juntos para enfrentar la amenaza que se avecina. El poder del Fénix es un legado que ha sido transferido a través de generaciones, y ahora, está en mis manos. Pero hay un enemigo más poderoso que está detrás de todo esto, y necesito la ayuda de todos ustedes para derrotarlo.
–¿Qué tipo de enemigo?—preguntó Derek, frunciendo el ceño—. ¿Y por qué deberíamos confiar en ti?
–Porque lo que estoy diciendo es verdad—replicó Electra, su mirada firme—. Lo que viene no es solo una amenaza para los que están en este cuarto, sino para el mundo entero. El enemigo que enfrentamos no solo quiere destruir, sino que busca controlar el poder del Fénix para sus propios fines oscuros..
–Sabes que estas siendo observada constantemente— pregunto James con expresión dira. Electra asintió
–Puedes sentirlos ahora— Electra negó
-–No, él poder del fénix sólo aparece de vez en cuando y no se si ellos están cerca. Por eso los necesito a ustedes.
Hanna, aún luchando con la incredulidad, miró a Electra con una mezcla de miedo y determinación. Un recuerdo vago y confuso de su pasado comenzó a emerger, pero no podía entenderlo completamente.
–Electra, ¿cómo puedo saber que realmente vienes del futuro?—preguntó Hanna, su voz temblando—. ¿Cómo puedo saber que no estás aquí para manipularnos?
–Lo comprendo—dijo Electra, acercándose a ella con empatía—. Pero solo puedo pedirte que confies en mi. No tengo forma de demostrarlo, pero hace un momento viste lo que hice, el poder que esta en mi esta por despertar y cuando lo haga todos estaremos en peligro.
–Entonces, ¿cómo podemos ayudarte?—preguntó James, su tono más suave—. ¿Qué debemos hacer para prepararnos para lo que viene? Y que es eso que no quieres contarnos?
–No somos idiotas Electra, sabemos que estas ocultando algo.— concordo Derek. Electra sabía que era así, ellos era lobos y podían percibir fácilmente eso.
–Hanna, no está lista para escuchar eso
–Lo estoy, así que habla de una vez, no quiero más mentiras!— le hizo saber Hanna
–Entiendo— Electra en verdad no quería llegar ahí pero ellos no creerían nada di no lo hacía así que le pidió internamente a Fyre que la ayudara con poco de fuerza para poder explicarles lo que sucedió—. Todos mueren, en la batalla contra Gwyddyon. — El silencio no se hizo esperar y los que aún no ha Ian tomado asiento, lo hicieron tratando de asimilar aquello.
-–Cuando hablas de todos, hablas de nosotros y los del consejo mágico?— Electra asiente con la cabeza y hace lo posible por no llorar.
–Sí, y de todos nuestros seres queridos. Mis padres, los tuyos Hanna, Derek y James, tú mi querida amiga y un amigo que conocí en mi travesía luchando por el poder del fénix, son los últimos en morir, y es gracias a mi poder que lo hacen,— no pudo aguantar más y se desplomó a llorar. A James le dolía su dolor, y verla así tan vulnerable lo hacían sentirse miserable por no haberla acompañado antes.
–Seguro no tuviste alternativa, nena. Ya no llores por favor, se me parte el alma cuando te veo así.— le susurro James a Electra
–Lo siento, lamento no haber podido protegerlos. Tuve que sacrificar todo para vencerla pero al final el precio fue muy grande y no lo pude resistir. Tuve que cambiar todo. Reescribir todo nuestro destino
–Qué tienes en mente, amiga— Hanna se veía más calmada, se podía sentir su miedo, pero estaba determinada a descubrir si era mentiras o verdad aunque sabía que ella decía la verdad, Electra sintió una gran calidez en su corazón al ver que su mejor amiga la apoyaría y estaba más que claro que ella nunca dudo de que así fuera.
–Primero, necesitamos reunir información y a todo los involucrados y—dijo Electra—. Debemos buscar aliados que puedan ayudarnos en la lucha contra el enemigo. Necesitamos también encontrar el artefacto que conecta con el poder del Fénix. Sin él, mis habilidades no serán suficientes.
–Artefacto,— Electra asintió
–Tampoco tengo idea,pero Ember dice que existe y que con eso sería más fácil canalizar a Fyre sin destruir el mundo y con el a ustedes
Derek, aún en conflicto, finalmente asintió con la cabeza.
–Está bien—dijo—. Te ayudaremos. Pero si vamos a hacer esto, necesitamos saber exactamente qué buscar y dónde.
–El artefacto se encuentra en un lugar escondido, protegido por hechizos antiguos—explicó Electra—. Solo puede ser activado por alguien con el poder del Fénix. Yo me encargaré de esa parte, pero necesitaré la ayuda de todos ustedes para superar los desafíos que encontraremos en el camino. Y de los magos blancos, ellos deben guiarnos en realidad.
–Sabes que hay consecuencias por alterar el futuro, jugar con el tiempo es lo más peligroso que podrías hacer, si lo sabes?— Electra negó, aunque sabía que si tendría que pagar el precio de sus acciones
James tenía un mal presentimiento y rogaba que no fuera lo que estaba pensando.
–Tan sólo dime, que no hiciste lo que creo— exiguo con voz firme James y con su mirada penetrante en ella.
Electra trago en seco y bajo la mirada.
–No hice nada, solo recuerdo que desperté aqui en mi habitación después de aquello
Hanna, todavía en shock pero viendo la determinación en los ojos de Electra, finalmente asintió.
–De acuerdo—dijo—. Haré lo que pueda para ayudarte. Pero si en algún momento creo que estás engañándonos, no dudaré en alejarme.
–Lo entiendo—respondió Electra—. Agradezco tu disposición para colaborar. Ahora, debemos prepararnos para lo que está por venir. El tiempo es esencial y cada minuto cuenta.
Mientras tanto, Electra miró hacia el horizonte, sintiendo el peso de la responsabilidad sobre sus hombros. Sabía que el camino sería peligroso, pero también sabía que la esperanza y la determinación de sus nuevos aliados serían cruciales para enfrentar la terrible batalla que esta escrita y a la cual ella le pondria final antes de empezar . La lucha por el futuro había comenzado, y juntos, estaban a punto de enfrentarse al destino que les aguardaba.