"6"-ℂhimchim- El criminal de la ternura

1577 Words
Luego de que Jimin termine de arreglar los cabellos del detective, estuvo muy aburrido, porque el jefe Min no le hablaba al estar metido entre tantos papeles. Chimchim solo quería la atención del jefe Min y la iba a conseguir. Min Yoongi escribía y firmaba papeles a lo loco, impresionando así el pequeño frente suyo. Lo miraba asombrado y curioso por lo que hacía. —Jefe Min! ¿Qué hace? ¿Qué son todos estos papeles? ¿Por qué ese tiene mi foto?, jefe Min tiene ojeras, mire, aquí y aquí— se recargó en el escritorio y pincho la piel debajo de los ojos del comisario. Min se quedó quieto en su lugar, tratando de descifrar cómo es que el pequeño ángel salio de su celda, llevó su mirada a la puerta y... estaba con seguro. ¿Cómo salió de su celda?. —Jimin, ¿Como saliste de la celda?— pregunto Yoongi mientras todavía sus ojeras eran manoseadas por los pequeños dedos de Chimchim. —Un mago nunca revela sus secretos— alejó sus manos e hizo movimientos con sus dedos. El comisario se vio enternecido y no evitó el sonreirle, olvidando así la mágica escapada del menor. —Jefe Min! ¿jugamos?— —Lo siento, pero tengo trabajo que hacer— Jimin mostró lastimero su labio inferior —Juguemos... sí?, sí?, un ratito, Jefe Min...—. El mayor maldijo en mente y chasqueo su lengua, asintió rendido. —Sí! ¿A qué jugamos?— le preguntó. Yoongi bufo —Eres tú el que propuso que jugáramos— rió por lo bajo. —Ehm... ¡juguemos a policías y criminales!, yo seré el jefe y usted será Chimchim— —Qué te parece si..— El Teléfono de la comisaría sonó e interrumpió al comisario, se puso de pie para ir a atender. Jimin lo siguió por atrás. Min cubrió el teléfono y le susurro al pequeño —Ve a jugar con Jeon— no tuvo de otra ya que la llamada era importante y estaría unos buenos minutos conversando. El pequeño le puchereo pero acepto. —Luego juego contigo Jimin— le dijo y volvió a atender. —Detective conejo, juguemos, es una orden del jefe Min!— habló en tonos enojado, lo cual lo hacía lucir malditamente más tierno de lo que era. Jeon no se pudo negar, pero antes repartió comida a cada uno, obteniendo quejar de algunos ya que compró a su justo, no al de ellos. —¿Y a qué jugaremos?, pero antes... ¿que no era una ardilla?— preguntó el chico alto que lucía graciosos por el peinado realizado anteriormente por el pequeño. —También tienes cara de conejo— rio y carraspeó —Yo seré el detective y tú serás el criminal de los helados de vainilla— Jeon entrecerró sus ojos —Entonces... me dedico a robar helado— Jimin asintió serio, ocupando el lugar en el escritorio del detective. —Pero solo de vainilla— el pequeño volvió a asentir —¿Por qué solo vainilla?— —Porque te gusta mucho, duh— Frunció aún más su ceño —Jefe Min! ¡Su detective no es nada inteligente!— reclamo golpeando la mesa. —Entonces enséñale— le dio en respuesta el comisario. —Hey!, tal vez había una historia detrás, yo solo preguntaba— —Silencio criminal— Silencio y busco alguna carpeta, abrió cualquiera y leyó como si fuera el perfil del criminal del helado de vainilla. —Por lo que leo, usted tiene problemas con el alcohol, nu, nu, muy mal— negó cerrando los ojos —También dice que incendio una casa abandonada— lo miro serio, intimidándolo, o tratando de hacerlo. Jeon solo se aguantaba la risa —¿¡Dónde está el helado de vainilla!?— —Y-yo... yo.. ¡me lo comí!— Admitió/Confesó —No tengo heladera, así que debo de comerlo apenas lo robo— se cubrió el rostro "avergonzado". —¡Lo declaró a 20 años en prisión!— sentenció sin misericordia. Se puso de pie y llevó al ex detective Jeon tras las rejas —Adiós loco de los helados de vainilla!— y cerró con llave. Volvió a su asiento y se concentró en leer otras carpetas confidenciales. Pink boy veía a su alrededor, dejó su libreta de lado y llamó en silencio a su pequeño, vio que tenía las llaves y nadie les estaba prestando atención. El agente Namjoon comía mientras estaba concentrado en su portátil. Taehyung estaba durmiendo en su asiento y por último, el comisario estaba ocupado hablando por teléfono. —Chimchim, bebé, ven aca— Jimin fue hasta su Pink-Hyung mientras daba saltitos —Entrégame las llaves Chimchim, nos iremos— hablaba en tonos bajos ya que cierta persona encerrada estaba mirándolos sospechosos. Jimin negó y retrocedió —Chimchim, tenemos que irnos— —Pero... y el jefe Min?— —Él.. él... no puede venir. Porque... No, no llores Chimchim— —¡Jefe Min!— lanzó la llaves quién sabe dónde y se abrazó al pelinegro que recien había terminado con su llamada —Pink boy dice que no puede venir con nosotros, yo no me quiero ir sin usted— se acurrucó en su pecho. Yoongi lo abrazo tratando de calmarlo con suaves caricias. —Me dijo Pink boy.. y no Pink-Hyung...— comentó en sorpresa y dolido el pelirosa. Sus lágrimas de "padre" no tardaron en hacerse ver. Ahora teníamos a dos personas llorando. —Hyung, hermano...— ahora eran tres. El resto prestó atención. El agente Taehyung despertó de golpe e ingreso a la celda de su... de J-hope. Kim Namjoon cerró su portátil y fue por Pink boy, quien lloraba de manera ruidosa, mucho peor que un niño. Jeon observaba de pie desde su celda —Alguien.. ¿alguien me puede sacar?— Claro nadie le prestó atención. Yoongi logró tranquilizar al pequeño es sus brazos, limpio sus lagrimas y lo volvió a acurrucar en su pecho. Luego de unos minutos lo separó apenas y le ofreció a dar un paseo e ir por un delicioso helado. Chimchim le sonrió con ojos brillosos por el reciente llanto. —Dame la mano pequeño, y cubre tu rostro con esto— le dijo y ofreció una máscara con diseño de una naricita de gatito. El comisario debía de cubrir al menor, ya que podría ser reconocido y eso sí que lo metería en problemas. Lo llevo a un lugar con menos tránsito de personas y caminaron por unos minutos hasta que dieron con alguna heladería. —A Chimchim le gusta de todos los sabores, pero hoy quiero de chocolate y cereza—. Y no es que Min este exagerando pero el pequeño estaba literalmente encima del mostrador, Así que lo tuvo que bajar con cuidado. —Con lluvia de chocolate, por favor— agregó educadamente el menor a su pedido. —Yo solo quiero un batido helado de sabor vainilla— —Lo siento, sabor vainilla no tenemos— le hizo saber la chica a cargo. —Fue el loco de los helados de vainilla, pero Chimchim lo encerró por 20 años— Min rio divertido porque algo de ese juego del pequeño con su detective pudo escuchar. —Esta bien, entonces que sea de cereza— —¡El favorito de Jimin!— exclamó en sorpresa el menor. —Pensé que todos lo sabores te gustaban— —Si, pero ese es mi favorito. ¿El de usted también jefe Min?— —Desde hoy lo es— El simplemente no tenía un sabor en específico, pero como había dicho, desde hoy seria el de sabor cereza. Al recibir sus pedidos, el comisario ofreció ir a la plaza mas cercana, una donde la plantación variaba y sus colores brillaban. Al llegar, el menor miró con emoción el lugar, todo allí era realmente bello. Luego de ir de un lado para el otro, Min ofreció el sentarse y degustar con tranquilidad los helados. Aun así Jimin era muy inquieto. Preguntas. Saltos. Movimientos de extremidades. Acercamientos. Min Yoongi disfrutaba de cada una de ellas. —Déjame te limpio, tienes chocolate en tus labios— El pelinegro rebuscó en sus bolsillos y con un pañuelo color menta limpió el chocolate de los labios de menor. Fue cosa inconsciente el quedar a corta distancia, tanto Yoongi, como Jimin no se habían dado cuenta, y cuando lo hicieron permanecieron viéndose, esperando a que algo ocurriera. Y ocurrió... —¡Ayuda, mi bolso!— se escuchó el grito de una mujer. El comisario Min rápidamente se puso de pie y tacleo al ladrón que por poco y lo pasa de largo. Jimin aplaudía por la gran hazaña de su jefe Min. —¡Es increíble! ¡El jefe Min es el mejor!— se subió a su espalda y lo abrazo, mientras Yoongi tenía al ladrón en el piso sujetándolo de las muñecas. —Muchas gracias, oh! mi bolso!— la mujer corrió por su pertenencia y antes de irse golpeó al ladrón. El hombre en el suelo fue llevado a otra comisaría, por pedido del comisario. Todo eso mientras Jimin seguía aferrado a su espalda. —Hora de volver pequeño— —Sí! ¡Quiero contarle a hyung y a Hobi!. El jefe Min en como un superhéroe, me gusta. Me gusta el jefe Min— se abrazó, haciendo explotar el corazón del comisario.
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