Lili. Me despierto por los gritos de Sofía, la miro como está sentada mirándome mientras sonríe, me muevo un poco pero no puedo, en mi panza hay un brazo y hay una pierna por encima de las mías. —¿Julián?. —empujo mi culo hacia atrás y él gruñe—. Julián... —No lo vuelvas a hacer. —un escalofrío corrió por mi cuerpo por haber hablado en mi cuello. —¿Puedes correrte?. —No quiero. —vuelvo a empujar mi culo hacia atrás—. Mierda Lili no. —¿Estas excitado?. —digo cuando me aprieta mas a él. —Es de mañana mujer. —Bueno... Suéltame que la nena ya se despertó. —Ya dije que no. —me revuelvo hasta que me suelta—. Uuu que mala que eres. —Nada que ver. —se pone boca arriba en la cama todo estirado. —La próxima vez vamos a dormir pero en pelotas. —Idiota. Agarro a la nena y la acuest