Capitulo 7

3763 Words
Lili. —¿Hola?. —atiendo el teléfono sin ver quien es. —Hola Lili. —Hola amorcito. —bajo las escaleras con mucha lentitud, aún le tengo miedo a estas escaleras. —¿Ya vienes? —Siiii. —miro abajo que está Julián mirándome fijo—. Ya estoy por salir. —Mi papá quiere hablarte. —Bueno. —voy hacia la cocina a tomar agua. —Hola Lili... Te quería decir que te voy a buscar y las dejo en la parada del colectivo. —Gracias Esteban, nos vendría mas que bien. —¿Me pasas la dirección?. —me giro y está en la puerta con las cejas fruncidas. —Ahí te mando un mensaje y avísame cuando vengas. —Dale. —corto sintiéndome rara dónde parece un loco por la cara que tiene. —¿Con quién hablabas?. —Permiso. Paso por su lado sin decir nada, en otro momento tal vez le hubiera dicho como una estúpida con quién hablaba, pero ahora no lo puedo ni ver, desde la otra noche que me hizo sentir miserable no le dirijo la palabra, no me importa como me trató, sino en que dijo que no me tenia que importar lo que a la nena le pasa, eso fue lo que mas me dolió donde estoy día y noche con la nena y si, me paga por estar con ella pero eso no quiere decir que no me importe o me preocupe por ella. Salgo cuando Esteban me dice que está afuera, mis deditos de los pies se me congelan y me arrepiento de no haberme puesto botitas, pero me compré unas sandalias que me re gustaron y las quería estrenar. —Vamos a comprar las entradas y después comemos. —Si... Si... Si. —después de ir por las entradas vamos al área de comida. —¿Dónde comemos?. —miramos todos los lugares disponibles. —Mmm... ¿Una hamburguesa?. —Esta bien. —mientras comemos me rio porque me cuenta cada cosa que es como si llevara una vida de una adolescente. —Es una tonta... Me dijo que miraba a su novio y que no era mas su amiga. —me habla de sus "peleas". —Pero tienes que... —¿Lili?. —quedo de piedra al reconocer la voz— Lili. —Benjaaaaa. —Marti lo abraza y yo no me quiero girar pero al final lo hago. —Hola. —veo a la chica que ya tiene bastante panza—. ¿Cómo estas?. —¿Dónde te metiste?. —dice enojado—. Te fui a buscar donde Gastón y no me quiso decir nada. —Estoy trabajando. —¿Podemos comer con ustedes? Así hablamos bien. —No... Benja yo... —Siiiii, dale Lili no seas mala. —Esta bien. —Martina se sienta al lado mio para que ellos queden al frente. —¿Y? ¿Dónde estas?. —Cuido a una nena... Trabajo cama dentro. —¿Y la escuela?. —Sigo yendo. Al final hasta vieron la película con nosotros, me siento totalmente fuera de lugar porque tenia planeado solo estar con Martina pero ya está, no puedo decir nada sin quedar como una amargada antisocial, antes de irnos paso a una casa de fotos, revelo unas fotos que le saqué a Sofía, ya sé que es atrevido pero la quiero poner en el living para que la casa tenga algo de vida, también les regalo un peluche para el bebé y a Martí unas pinturas y una carterita donde ya está en la etapa de las cosas de belleza. Benja me lleva a la casa de Julián cuando ya está anocheciendo donde si que recorrimos, y dentro del shopping las horas parecen pasar volando, me despido de Marti que se la lleva haciéndome el favor para no ver a mi mamá. —Hola... Disculpen. —entro a la casa y veo a Julián con la misma mujer del otro día en el living mirando tele parece. —Los empleados deben entrar por la puerta de atrás. ¿No le vas a decir nada?. —lo mira a él que no dice nada. —Lili lleva a la nena a dormir. —Todavía es domingo. —la agarro igual porque me estira las manitos desesperada—. Pero la voy a llevar. —Por Dios... Primero la vieja esa y ahora está. —¿No te estarás refiriendo a María no?. —¿María se llama?. —se rie dándome ganas de darle un golpe en toda la cara. —No sé quién mierda eres pero... —Retírate... Y empieza a entrar por la puerta de empleados. —Si. —me trago la bronca y subo para cambiarme, al rato bajo a preparar una mamadera y le hago un té bien caliente a los de seguridad y les doy unos sandwiches. —Hola. —Santi entra todo sonriente—. ¿Cómo estas?. —Bien gracias. —me gano del otro lado de la mesada ya que está demasiado cerca—. ¿Qué hiciste hoy? —está por responderme cuando entra Julián. —En vez de estar coqueteando dale de comer a mi hija. —No estoy haciendo nada... Y yo no te falto el respeto así que me empiezas a hablar bien. —No me había dado cuenta. —me sonríe y se va. —¿Qué fue eso?. —No tengo idea. ....................... Hoy es el día de las madres y la voy a pasar con María, mientras baño a Sofía por pedido de Julián pienso en María, sinceramente la conozco hace muy poco tiempo pero siento como si fuera mi mamá, me da cariño y apoyo en todo, no voy a mentir que al principio me intimidó ya que de esos afectos no sabia nada pero me fui abriendo a ese mundo de cariño. Le termino de poner un conjuntito abrigado y de peinarla, agarro una campera, el bolso y bajo a dársela a Julián. —Vamos comon... Vamos todos allá... Manos a la obra. —estoy cantando y moviéndola para que se ría, en eso me giro y me mira como si fuera idiota—. Ay... No te vi. —¿Ya está lista?. —se la paso dándole el bolso. —Pórtate bien corazón. —le doy un besito en su cachetito gordito. —¿A dónde la vas a pasar? Te puedo llevar a donde quieras. —La voy a pasar con María gracias igual. —me agarra del brazo cuando me quiero ir. —¿Y tu mamá?. —Ahí en el bolso está todo, no tienes que preocuparte por nada.. Que lo pases lindo. —cuando por fin me suelta agarro los regalos y me voy donde María—. Feliz día mujeeeeerr. —Gracias. —nos abrazamos por mucho rato riendo. —Toma... Espero te guste. —No hacia falta. —¡Cómo que no mujer!. —al fin agarra las bolsas que le tiendo—. Vamos que quiero ver si te gustan o no. Abre la bolsa mas grande donde saca un par de zapatos que me dijo que le gustaban, se los prueba enseguida y se los deja puestos, el segundo es una campera que deduci que le podía llegar a gustar y parece que si, y el mas chiquito son aros, me da un abrazo agradeciendo todo, cuando la estoy soltando aparece Gas que también se encariñó con ella. —Feliz día mi amor. —la abraza con suavidad donde es muy flaquita que da la sensación que se va a partir. —¿Qué te pasa con mi mujer?. —dice Cristián entrando. —Tranquilo... Solo somos amantes cuando no estas. —¡Aayyy NOOOO!. —María se pone roja cuando todos nos reímos. —Hola Lili... Estas muy linda. —Gracias. —me alejo un poco de Santi pero él se acerca aun mas. —Bien chicos... Hay que hacer el asado que no se hace sólo. —Después te quiero decir algo. —dice Gas en mi oído y se van dejándonos a las dos para hacer las ensaladas. —Lili, ¿Te puedo preguntar algo?. —asiento mientras me pongo a pelar papas. —¿Qué pasa?. —¿Y tu familia? ¿No tendrías que estar con tu mamá?. —de solo pensarlo me da escalofríos. —¿Te molesta que este acá?. —No... Claro que no, no digas eso... Es que es raro, jamás hablas de nadie solo de Gastón y Cata. ¿Pasa algo con ellos?. —No. —¿Y tu mamá?. —No nos llevamos para nada. —me mira dudando—. No me considera su hija y yo mi mamá y sinceramente no me importa... Que sea feliz con los hijos que si considera. —¿Tienes mas hermanos?. —Tres. —pasa un rato en donde solo escuchamos música—. María. ¿Y la mamá de Sofía? —Lo único que te voy a decir es que murió en el parto. Comemos en un ambiente muy lindo, me gusta mucho pasarla así, reírnos y contar cosas graciosas sin que hallan discusiones ni nada en medio, solo algo agradable y lindo para recordar. Después de ayudarle a dejar todo limpio con Gastón nos vamos para ir a saludar a la mamá de Cata, agarro un regalito que le compré y nos vamos en el auto hermoso que se compró. —¿Qué es eso que me querías decir?. —Tu jefe me paró cuando llegué. —¿Para?. —Me dijo que no me quería cerca tuyo. —¿Eh? ¿Y para qué iba a decir eso?. —Porque le gustas Lili, ¿Por qué va a ser?. —¿Yo gustarle a ese? Estas loco. —me río con ganas de lo que dice. —Es la verdad. —¿Y qué te dijo exactamente?. —Que no me quería ver mas cerca tuyo ni que te venga a buscar porque me iba a cagar a trompadas. —Andaaaaa. —No te estoy mintiendo, dijo eso. —me quedo seria pensando cual será la razón—. ¿Tienes algo con él?. —Si. —para en seco el auto—. Es mi jefe porque cuido a su hija. —Que tarada. Paso de lo que queda de la tarde donde Cata, es mas, como con su familia y la paso mas que bien donde nos conocemos por pasar muchas festividades juntos. En la noche voy a la iglesia y después los dos me llevan devuelta al trabajo, los despido con un beso y un abrazo porque siempre están para mi cuando los necesito, miro la hora y es pasada la media noche, entro por la puerta de atrás por ordenes de Julián y porque necesito tomar agua y de ahí a mi cuarto. —No hace falta que entres por atrás. —salto del susto ya que la casa estaba en total silencio. —Los empleados tenemos que entrar por ahí. —Fue hace rato, dejémoslo ¿si?. —No... No lo dejo porque no sé me olvida mi lugar acá. ***** Julián. Hoy es el día de las madres y la voy a pasar donde mi abuela, no me agrada para nada la idea ya que mis papás seguro empiezan con lo mismo de siempre, pero voy por mis abuelos que ellos no tienen la culpa de las peleas que tengo con mis papás. Bajo a desayunar y me quedo un rato mirando a Lili como decora una torta, está entretenida sin darse cuenta de mi presencia. —¡Ay por Dios santo!. —me mira con una mano en el pecho—. Tu manía un día me va a dar un ataque. —¿Qué manía?. —digo sin entender. —De no hacer ruido y aparecer cuando uno menos se lo imagina. —lava las cosas que estaba usando. —¿Te puedo pedir un favor?. —no me mira pero sigo—. ¿Cambiarias a Sofía? Sé que es domingo y no te corresponde pero no tengo idea de que ponerle. —Esta bien. —guarda la torta en la heladera y recién ahí me mira—. ¿Qué le pongo? ¿Alguna idea?. —Lo que te parezca lindo. —Bien. En otro momento me habría dicho "No te quejes" o "Si parece un payaso no es mi culpa" o cualquier cosa para hacerme enojar pero ahora simplemente acepta lo que digo y eso me molesta mucho. Cuando salgo con el auto veo al tal "Gas" entrando al barrio porque seguro es invitado de María pero de igual forma me molesta mucho. —Te voy a decir esto una sola vez. —me bajo azotando la puerta del auto—. No te quiero volver a ver cerca de Lili. —¿Y cuál es la razón de que me digas esto?. —No lo voy a volver a repetir. —me acerco bien a él que frunce las cejas sabiendo que estoy dispuesto a agarrarme a los golpes—. No te quiero cerca de ella ni que vengas a buscarla ni nada con ella ¿estamos?. —¿O qué? —Te voy a recargar bien a trompadas... Ya estas advertido... Aléjate de Lili. —Ella decide si quiere o no quiere estar conmigo, nadie mas. —¿Acaso quieres que te parta la cara?. —estoy por agarrarlo cuando aparecen los de seguridad. —¿Todo bien señor?. —Si... Ni un problema. Furioso subo al auto pero al ver a mi nena en su silla me tranquilizo un montón porque aunque no tiene idea de nada con solo verla hace que de nuevo apoye los pies sobre la tierra. Llego donde mis abuelos directo a cambiar a mi hija que se hizo y el viaje dura mas de una hora, mi abuela toma esa oportunidad para invadirme con preguntas, ¿Estás con alguien? ¿Cómo es? ¿La quieres? ¿Cuando la vas a traer? Y un montón de cosas mas que ya después ni la escuchaba, que sin darme cuenta me voy al living en donde Flor está sentada hablando con mi abuelo, es mi hermana mas chica y como no es hija de mi mamá ella no la quiere ni ver muchas veces. —Si la haces llorar la calmas porque te haces la tonta. —la cargosea con besos poniéndola nerviosa. —¡Aayyy que pesado!. —¿Puedes dejar a mi nieta?. —le dice mi mamá hablándole muy feo. —No estoy haciendo nada Julia. —Tranquila Flor... Tenla lo que quieras a mi no me molesta. —¿Cómo va la empresa?. —dice mi papá cambiando de tema pero la cosa empeora. —Bien. —¿La nena con quién queda?. —era lo que mas estaba evitando—. ¿Con María?. —No... Con la niñera. —¿Permites que una desconocida cuide de la bebé?. —mi mamá se hace la disgustada. —¿Hiciste lo mismo cuál es la diferencia?. —queda callada donde no sabe que decir ya que hizo lo mismo solo que ella no trabajaba—. Y eso que nunca hiciste nada. —¿Y si le hace algo?. —dice mi papá para cortar la charla con mi mamá. —No creo que le haga nada... La cuida bien. —Si le pagas es obvio que la va a cuidar. —Confío en ella. —¿Qué quieres decir?. —Lo que dije. —Mejor vamos a empezar con la comida. En la mesa pasa lo que creo que pasa en todas las familias porque la verdad no tengo idea, pero hay risas, peleas, recuerdos felices y hasta recuerdos tristes. Miro a mi mamá que mira con odio a Flor, está enojada con Flor cuando el que tiene la culpa es mi papá no ella, un día llegó una mujer diciendo que la bebé era hija de mi papá, después de muchos análisis se dieron por vencidos y convencidos que es de mi papá, por supuesto la criaron mis abuelos donde mi mamá la odia con toda su alma. —Julián... Vamos afuera un segundo. —Si, ¿Flor? ¿Cuidas de Sofía?. —Si claro. —salgo detrás de mi abuelo hasta el patio. —¿Qué pasa?. —¿Estás con alguien?. —¿Por qué todos joden con lo mismo?. —Porque si no preguntamos no dices nada. —Si... Estoy con alguien. —¿Y cómo es?. —Como una mujer. —me mira mal pero me rio—. Que sé yo... Normal creo. —¿La quieres?. —No. —pasa un rato en donde estamos en silencio. —Háblame de la niñera. —¿Por qué lo haría?. —Me pareció que la defendiste mucho con tu papá. —No la defendí, solo dije la verdad. —Aja... ¿Cómo se llama?. —Lili. —¿Cuantos años tiene?. —21... Los acaba de cumplir. —recuerdo el día y que no le dije nada, como si no lo supiera. —¿Tiene novio?. —No... ¿Por qué las preguntas?. —¿Cómo es con la nena?. —La cuida bien... Cuando vamos al médico pregunta y se interesa por ella, la hace reír todo el tiempo y no es porque este presente, la he espiado y es siempre así... Hasta cuando la reta la trata con cariño. —Te gusta. —¿Qué? Nooo ni loco, no es mi tipo. —¿Cómo es?. —Es gorda. —Te vas a negar al amor por eso. —Nadie habló de amor deja de decir locuras. —se ríe a carcajadas. —¿Tuviste algo con ella?. —me mira fijo ya sabiendo la respuesta. —Solo un beso. —miro el lago recordando todo. —Quiero que me digas la verdad. ¿Fue lo mismo que besar a tu novia?. —No... Para nada. —¿Qué sentiste?. —Sentí que era mía. —cierro los ojos ya que los recuerdos me invaden como si la estuviera sintiendo ahora mismo—. Me sentí posesivo y que no la podía dejar ir. —Ahí está. ¿Porqué no intentas algo con ella?. —Porque no... Todos los días va su novio a buscarla y la toca y la abraza y aaaaa. —Dijiste que no tenia novio. —Eso dice ella pero deja que él haga lo que quiera. —me enojo mucho al recordarlo—. Mientras a mi me esquiva. —No seas como tu papá. —agarra mi hombro apretándome—. No mires cuerpos Julián... Eso no lleva a nada, permite a tu corazón sentir por una vez. Volvemos adentro cuando nos llaman a comer torta y menos mal así cortamos la charla, en la tarde me voy ya que no quiero que se me haga de noche y estar con mi hija en el auto, llego a la casa encontrándola vacía, tenia la esperanza de encontrarla y poder pasar aunque sea un momento en silencio pero juntos, miro tele hasta que hago dormir a Sofía, la acuesto en su cuna para después bajar y así esperarla. Cuando entro al living me doy cuenta de algo, hay unas fotos de Sofía en varios lados, me río porque Lili las ha puesto ya que María nunca se atrevería de hacer algo así jamás, pero me gusta que le importe como para hacer algo así, si no la quisiera no se tomaría estas molestias. Pasan como dos horas cuando escucho la puerta de la cocina ser abierta, al rato se asoma para ir a las escalera. —No hace falta que entres por atrás. —salta del susto. —Los empleados tenemos que entrar por ahí. —Fue hace rato dejémoslo ¿si?. —quiero que sea todo como antes, que me enfrente no que me esquive. —No, no lo dejo porque no se me olvida mi lugar acá. —el día que Nadia dijo eso, esperé a que Lili suba y me encargué de dejarle claro que no es nadie para opinar en mi casa, reacciono cuando se gira para irse. —Lili... Toma. —le tiendo un regalo que le compré hacen días sin saber en qué momento dárselo, es un anillo con perlitas que a penas lo ví se me vino su imagen a la cabeza; mira mi mano y después a mi sin agarrarlo—. Agárralo. —No gracias. —sube las escaleras y la sigo, cuando está por entrar a su cuarto la empujo contra la pared para que me escuche. —¿Por qué me haces esto Lili?. —estoy desesperado, me ignora, no me habla y lo que mas me duele es que me esquiva. —No quiero el regalo y a parte ¿para qué me lo das?. —ni yo lo sé, solo que vi ese anillo tan delicado y pensé que se le vería muy bien. —No hablo de eso. —¿A no? Bien... Ya que estamos. —me quiere empujar pero no me mueve ni un poco—. ¿Por qué le dijiste a mi amigo que no me quieres ver con él? —así que el maricon le fue con el cuento. —¿Amigo? ¡Que descarada!. —Responde a la pregunta no me interesan tus insultos. —Se lo dije porque se me dio la gana. —¿Quién te crees para hablarle así?. —Yo hablo como quiero. —¿por qué lo defiende tanto?. —Yo también. ¿Sin embargo no puedo defender a mi amigo?. —¿Qué? ¿Ahora lo defiendes?. —El otro día defendiste a tu novia y estas en todo tu derecho pero, ¿por qué no puedo hacer lo mismo?. —¿No qué era tu amigo?. —¡Que importa que es!. —¿qué mierda? Esto no me gusta nada—. El tema es que no eres mi dueño para decidir cosas, no te metas en mi vida y yo no me meto en la tuya. Se mete en su habitación y escucho como cierra con llave, me quedo un rato mirando la puerta sin creerlo, discutimos como si fuéramos algo mas que su jefe y mi empleada. Bajo y veo el regalo que le compré tirado en el suelo, ¿por qué se lo iba a dar?. . .
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