—Mi señor, la señorita Daphne Jones desea hablar con usted. —Dejo los papeles que estaban anteriormente tomando toda mi atención, pero al escuchar aquel nombre no creo poder concentrarme. ¿La esposa de mi arrogante medio hermano me estaba buscando? ¿Sería eso alguna clase de broma pesada?, recordé que mi asistente no suele bromear con absolutamente nada.
—Dígale que puede pasar. —Me siento extrañado, la última vez que hable con la esposa de mi hermano me había dejado claro que los dejara en paz, ella no era una mujer tonta, lo sabía con tan solo mirarla a los ojos.
Aquellos mismos ojos que me perseguían en las noches, los mismos que me llamaban. Vuelvo a la realidad cuando la puerta de mi oficina es abierta nuevamente, ahí está ella, viste de manera tan elegante y su rostro mantiene un
