○○◘◘••♥♥♥••◘◘○○ —¡¿Qué mierdas te pasa?! —grito enfurecida, mientras ese imbécil se retuerce y me mira con odio. —¡Eres una maldita! ¿Crees que todas las atenciones de la noche las dejo pasar con un “gracias”? —me grita y se lanza hacia mí. Me acorrala contra la puerta de mi apartamento y lo siguiente que siento es su mano metiéndose a la fuerza por debajo de mi blusa. —¡Suéltame, imbécil! —le grito y de repente algo lo aleja de mí. —¡Te dijo que la soltaras! — Veo a Fernando encima de Rick, dándole puños y ahora el que se las daba de muy machito, estaba indefenso en el suelo, intentando cubrirse el rostro de los golpes de mi vecino —. ¡Los desgraciados como tú solo merecen morirse! —Fernando, detente… No vale la pena —. Me acerco lento e intento separarlos. Me preocupa las