Pov Narrador
Isabella caminaba por la amplia sala de un club nocturno a las afueras de la ciudad, en donde podía ser ella misma, sin miedo a que su padre acabara con su vida, ya que su rostro se encontraba cubierto por un antifaz, por lo cual, su identidad de princesa de la mafia estaba a salvó
La chica no trabajaba en ese lugar, ni asistía todos los días, esto solo lo hacía cuando se encontraba estresada o en su defecto, cuando necesitaba una buena follada gratis para relajarse
Por su puesto su padre, el antiguo jefe de la mafia en América, desconocía por completo la vida secreta de su única hija, Isabella Rinaldi, la heredera y la única de sus descendientes que sobrevivió a su letal enemigo, Andrew Barragella
Desde los 5 años, Isabella fue ingresada al bajo mundo por su progenitor, aprendiendo a disparar y a los 8, la adrenalina que se siente acabar con una vida.
Se preguntaran...
¿Cómo una mujer puede llevar la vida que ella llevaba a sus solo 28 años y sobrevivir a todo ese caos?
Pues fácil, Isabella tuvo la peor suerte del mundo al nacer en la familia Rinaldi, en donde piensan que las mujeres solo son un trozo de carne, que sirven solo para follar, su inteligencia siempre es menospreciada y sus planes; tirados a la basura, es por esto que haciéndose respetar por todos, ella se trazo camino entre los más sangrinarios y fríos del bajo mundo.
La noche se tornaba aburrida, ninguno de los hombres en la sala común llamaban su atención, y que decir de Fiorella, su amiga, está se hallaba más que asqueada de un viejo ricachon, que durante toda la noche, la perseguía para que bailara para el, a cambio de una generosa cantidad de dinero que ella rechazo enseguida
Las puertas dobles de madera se abrieron de pronto, dándole paso a dos tipos vestidos de traje oscuros, con sus respectivos antifaces; uno, el cual a su parecer era algo insípido, alto, cabello rubio, rasgos perfilados, nada fuera de este mundo... Pero el otro, su acompañante, el más alto de los dos, capto su atención y despertó su apetito s****l, apenas noto sus ojos azules, los cuales se veían a la perfección, a pesar de la tenue luz
—¡Carne fresca!
Susurro Isabella golpeando el hombro de su amiga, la cual aún se encontraba en una disputa con el vegete acosador que la perseguía y señalando la puerta doble, las dos se mordieron su labio inferior
—¡Quiero el rubio!
Cómo una gata en celo, la primera en dar un brinco de su banca fue Fiorella, la cual enseguida pidio al acompañante del hombre que capto la atención de isabella, del cual no se sabia nada
Las dos, esperaron hasta que los caballeros ingresaran a la sala y luego de observar el espectáculo que se llevaba acabo en el centro de esta, el cual era dos hombres follando a sus acompañantes frente a todos; los dos caballeros se desviaron a un palco privado, el cual era reservado para asistentes con mucho dinero que deseaban un poco de privacidad
—¡Mira a donde van!
Señalando la puerta por donde los dos hombres ingresaron, isabella supo que esa era su oportunidad de tener una noche excitante con el desconocido; y como dos perras desesperadas por algo de atención, Isabella y Fiorella, ordenaron sus vestimentas y enseguida empezaron a caminar a la sala.
Al ser amigas del dueño, este par tenia acceso a todo el lugar, por lo que solo basto colocárse de pie frente a los hombres de seguridad, para que ellos les permitieran pasar sin ningún problema
—Entra tu primero...
Isabella le señalo a fiorella, la cual muy alegre abrió puerta de madera sencilla e ingreso a la habitación privada, en donde se encontraban los dos hombres sentados, tomando una botella
—Buenas noches caballeros... hoy nosotras seremos sus acompañantes
Ronroneando la chica de cabellera rubia, tomo asiento en la pequeña mesa ratonera, frente a ambos hombres
El otro tipo sin disimulo alguno siguiendo sus instintos primitivos, señaló sus piernas para que fiorella tomara asiento en ellas, la cual no lo dudo ni un segundo y sin sentir verguenza alguna, siguio su orden; por otra parte su acompañante, admirando el caballero de ojos azules, el cual le parecio atractivo, se quedo de pie junto a la puerta observando el panorama
—Pareces ser una chica mala, mejor... Juguemos un poco
El hombre rubio siseo, colando una mano bajo la braga de látex de fiorella para tomar un pecho y llevandolo directo a su boca, empezó a succionar este sin importarle la presencia de su amigo y la otra chica
Fiorella gimió alto, posicionandose a horcajadas sobre el, y empezando a cabalgarlo, simulo una follada,
—¿Piensas quedarte de pie?
El caballero que hasta los momentos habia permanecido en silencio sin decir palabra alguna, se dirijo a isabella y esta, tratando de lucir lo más cachonda posible, tomo asiento frente a el, abriendo sus piernas, para que este observará que no llevaba bragas
La falda de látex, se corrió un poco sobre su piel, dejando ver su coño bien depilado y apetecible solo para el, quien relamiendo sus labios, admitio que le gustaba la vista que apreciaba en ese instante
Fiorella y el otro tipo se encontraban muy centrados, y cuando las ganas de follar sin reparo los sedujo, se retiraron a una habitación cercana, en donde cerrando las puertas a sus espaldas cojieron como conejos hasta que el sol salio
—¿Cómo te llamas?
Pregunto maximiliano barragella, el hombre de ojos azules hipnotizantes que capto la atención de isabella desde el primer momento, llevando el vaso de licor hasta sus labios, para humederlo; y guiando dos de sus dedos hasta el coño de la chica, los introdujo en este haciendola gemir de la excitación de tenerlo tan cerca invadiendo su cuerpo de manera magistral
—Desde que llegaste, me sentía tentado, pero ahora que estamos a solas... te puedo follar tan duro que gritas que no me detenga
Sus palabras hicieron que el coño de isabella se mojara por completo; los labios del tipo parecían muy tentadores y sobre la tela de su pantalón se notaba como su polla se tenso al sentir su húmedo coño, lo que excito más a isabella
—Te ves algo traviesas... creo que tu y yo nos divertiremos esta noche
Soltó en un gruñido, atacando sus labios mientras que iniciaba las estocadas a su coño con dos de sus dedos.
La humedad de los fluidos de isabella hacían que sus dedos se corrieran con gran facilidad y el chapoteo que producía su invasión, excito lo suficiente a la chica, como para esta se abalanzara sobre el
—¿Algo impaciente muñeca?
Dijo con ironía, liberando su polla, para que ella se sentara a horcajadas sobre el e iniciara la excitante cabalgata, los dos se dejaron llevar
—Eres traviesa
Espeto azotando su culo y su coño se mojo mas de lo que estaba con cada una de sus palabras
Maximiliano tenía una boca sucia, que en lugar de ofender a algunas mujeres, estas solian excitarse mas y tal era el caso de isabella, que solo se hallaba deseosa de tener esa cochina lengua entre sus piernas, lamiendo su coño jugoso y loco por atención
—La noche apenas inicia y antes de correrme... quiero probarte
Cumpliendo sus ordenes, maximiliano levanto a isabella de su polla y tirandola sobre el sofá, hundio su rostro entre sus dos extremidades, para empezar a lamer, succionar su coño con apetito voraz
Sus lamidas y succiones la hicieron alucinar... el desgraciado era bueno, y luego de estocarla con su lengua en mas de una oportunidad, logro que ella se corriera en su boca sin mayor esfuerzo
—Nada mal... ahora es tu turno
Con la respiración agitada Isabella se repuso del orgasmo avasallante y cambiamos de posición, fue el turno de ella, llevarse la deliciosa polla del desconocido a su boca, su tamaño era perfecto, invadía por completo su cavidad bucal
Luego de iniciar las suciones, isabella recorrio toda su polla con su lengua desde la base hasta la punta, disfrutando su longitud, hasta que lo hizo correrse, tragando todo su elipsis
—¡Mierda!
Espeto corriendose en su boca maxiliano, el cual se hallaba extasiado por la magistral mamada que le dio la pelirroja, que le parecía ardiente como el infierno
La noche apenas iniciaba y el tipo no solo era guapo sino que cogia bien, por lo que tirando de ella, la penetro de nuevo sentándola sobre el, y marcando un ritmo salvaje, estimuba su c******s con sus dedos
El ritmo era duro y luego de que las piernas de isabella perdieran su fuerza, debido al órgasmo que la azotaba, esta se corri por segunda vez, esta vez en su polla perfecta que la invadía por completo
—Te quiero toda la noche conmigo
Demando maximiliano y por Isabella... fascinada de complacer a ese misterioso hombre que la había follado como un puto dios del sexo