Sus labios me besan apasionadamente, y gustosa acepto su beso, Gabriel me aprieta fuertemente contra él y puedo sentir su erección, un jadeo sale de mi boca sus manos empiezan a recorrer todo mi cuerpo, yo estoy muy excitada y totalmente húmeda, pero tengo que detenerlo estamos en mi oficina. —Pa… Para…por favor…ah ...Gabriel… Estamos en mi oficina…ah… — digo entre jadeos, pero en lugar de detenerse me besa con más desesperación, pasión, con urgencia poco a poco, me llevan hasta el sofá que hay en la esquina. —Se…que estamos en tu oficina… — Respira con dificultad — Pero … Te deseo demasiado, te quiero hacer mía ya, además estar aquí encerrados, con gente afuera es muy excitante… ¿No crees? — asiento ya que la voz no me sale, sus manos tocan mi centro por encima de mis bragas, es en este