—Wow, ni siquiera me reconozco. —Te ves increíble —dijo Milan pasando sus dedos por mis rizos una vez más y luego rociándolo con spray fijador. —Ahora vamos a ponerte el vestido Asentí con la cabeza y fui hacia el dormitorio. Me puse ropa interior limpia que había traído conmigo y un sujetador de color nude que compramos temprano en el día. Milan me ayudó con el vestido que compramos. Era un vestido verde oscuro de manga larga con encaje en el pecho y las mangas y caía ligeramente por encima de las rodillas. Estaba un poco dudosa de lucir mis piernas, pero Milan insistió. Me llevó de vuelta al baño para hacer los toques finales. —Toc, toc, señoritas, ¿puedo entrar? — preguntó Wyatt. —Sí, adelante Alpha, casi hemos terminado —llamó Milan —. Wow, ahora realmente pareces una Luna —dijo M