Ava limpió sus lágrimas, Thomas corrió a su lado y la abrazó con fuerza.
—¿Qué le pasa a mi niña? —intentó tocar su rostro y ella le dio un fuerte manotazo.
—¡Ya sé lo que haré! —exclamó—. Kalani, fingiremos una pelea, te correré, veamos si así, al fin, el imbécil paralítico confía en ti. Eso, por un lado, y respecto a Shirley, haré que pague caro todo lo que me ha hecho.
—¿Qué hará con ella?
—Ya verás, Kalani, pero lo que haré con ella, será mil veces peor que lo que le haré al paralítico.
Kalani bajó la mirada, y sintió un miedo profundo.
Pronto volvieron a casa, Ava se acercó al oído de Kalani.
—Ahora comienza nuestro show, querida, pero, no olvides que, si me traicionas, yo tengo a tu padre y a tu hermana conmigo, y los haré sufrir tanto que desearás no haberme conocido.
Kalani
