—Oh no... tendremos citas, amor. Todo esto fue para hacer la casa un poco más conveniente porque está a una hora de la ciudad. Pero siempre te llevaré a citas... Iremos de vacaciones solo nosotros dos, a veces con los niños. Nuestras vidas serán divertidas —dijo Aaron y luego le rodeó los hombros con el brazo y la besó en la mejilla—. Gracias por comenzar este nuevo capítulo conmigo. No te arrepentirás, lo prometo.
Una hora más tarde, la familia de cinco miembros estaba en la sala de estar de la mansión, arreglando los muebles.
Aaron estaba haciendo el tipo de trabajo pesado como levantar los sofás después de que Tessa le dijera dónde los quería... los trillizos en su mayoría colocaban una pieza central en la mesa de café... o le entregaban a su padre algunas herramientas que necesitaba
