—Él es mío. Por supuesto que lo quiero —admitió Tessa—. Pero no pelearé con otra mujer por él. Si esa es la vida que tendré con él, entonces preferiría estar soltera.
Mia hundió los hombros e hizo un puchero ante las palabras de Tessa. Se le llenaron los ojos de lágrimas.
—Pensé que dirías que no lo quieres para que yo pueda tener una excusa para perseguirlo. No pelearás con ninguna mujer para estar con Aaron. Él peleará por ti. Él "Me llamó y me dijo que me portara bien porque no quiere incomodar a su futura esposa. Tienes mucha suerte.
Los ojos de Tessa se abrieron como platos. El calor se extendió por ella ante las palabras de Mia. Miró a la joven. —¿Te llamó? Entonces, ¿por qué me seguiste hasta aquí? —preguntó.
Mia resopló y se secó las lágrimas del rabillo del ojo. —Yo lo negaba.
