Juan Andrés se quedó estático. Para sorpresa de Paula, él no reaccionó como ella esperaba, la chica frunció el ceño, desconcertada. «¿Qué pasó?» se cuestionó en la mente Paula, no entendía nada, él en dos ocasiones intentó propasarse con ella, y se la pasaba haciendo insinuaciones; sin embargo, no quiso investigar, sabía que él era demasiado vanidoso, entonces se alejó de él, percibiendo una sensación de rechazo que no le agradó en lo absoluto. —Descansa, pediré más tarde algo de comer —informó, él aclarándose la garganta. Paula no rebatió, no tenía ganas de discutir. —Está bien. —Se acomodó sobre el lecho, y cerró sus ojos. Juan Andrés abandonó la alcoba, en el pasillo, suspiró profundo. —Si fueras de otra clase social, quizás podría tomarte en serio —susurró, y se llevó los d