«¡Esta noche uno de nuestros mejores clientes te espera!» Aquel mensaje interrumpió la charla entre Luciana y Paula. —¿Por qué dices eso? —indagó Paula. Observó con el ceño fruncido a Juan Andrés sin comprender nada. —¡Habla Luciana! —exclamó sintiendo su pecho agitarse. —Dame un minuto —pidió Lu. Paula empezó a caminar impaciente de un lado a otro, no entendía nada. —¿Qué ocurre? —indagó Juan Andrés. Paula brincó del susto, se llevó la mano al pecho. —Nada —respondió con seriedad, bastante aturdida, sintió una punzada en las sienes. Andrés plantó su vista en ella, la miró a los ojos. —¡No te creo! ¿Qué está pasando? Paula apretó sus puños, entonces escuchó la voz de Luciana al otro lado. —Lu, tiene problemas —resopló, de nuevo se alejó de Andrés—, habla Luciana. —Esta noch