Al ver a Beck que se haya ido, sentí que mi corazón se hacía pedazos, me quedo parada frente al ventanal con la sábana, cubriendo mi cuerpo sudoroso, después de haber tenido un bonito y apasionado encuentro. Me voy a la cama tratando de conciliar el sueño, me cuesta mucho trabajo, no puedo dormir, trataré de relajarme y lograrlo. Al día siguiente, hago la misma rutina de siempre, me alistó para ir a trabajar, miro a mi cachorro y está triste, tal vez este enfermo o lo estoy descuidando mucho, lo bajo conmigo y lo dejó en la sala
—Mamá, ¿podrías cuidar de Willy? Ha estado triste, ¿crees que este enfermo?—miro preocupada al perro y mamá sé acerca a verlo
—Probablemente, sea porque no lo has tomado en cuenta Susy, yo soy la que lo alimentó mientras no estas, eres un poco descuidada hija, de
