Los deditos aplastados de la niña intentan alcanzarme cuando me acerco a ella. Debería devorarla y librarla de su intenso dolor. "Eso que sientes..." "Ese dolor que sientes ahora en tu pequeño cuerpo humano lo pasé yo mil veces mas..." "Para poder ser lo que soy ahora..." La niña intenta mirarme, pero sus ojos sangran. "Quieres que termine con tu sufrimiento?" "Quieres que te muestre clemencia y te envíe al cielo a descansar?" La niña mueve el único dedo que tiene sano para tocar mis malditos dientes. Está bien. Nunca he hecho esto, solo he oído hablar de ello a Demian y Robert. Muerdo mi dedo para que una poca de sangre azul gotee de el. Sin delicadeza alguna se lo introduzco en el corazón para que mi sangre invada su sistema circulatorio. Aprieto mi mano y me concentro para