— ¿Te parece si camino de esta manera? — Liam pregunta tomándome el pelo una hora más tarde mientras bajamos de auto afuera del bar local. Liam avanza hasta mí, vistiendo vaqueros desgastados, camiseta roja, botas de combate. Y parece un pavo real — Te ves ridículo— me rio entre dientes. Llega hasta mí y me mira desde su altura — No eres divertida. — Deja de hacer el tonto— digo un ligero golpe en su bíceps. Alrededor, parece que ha sucedido algo, porque puedo sentir los ojos de todos sobre nosotros. Miro hasta el restaurante de Dolly y veo claramente a las personas aglomeradas mirando a través del ventanal, lo mismo oocurre en el salón de belleza e de manera increíble es el mismo escenario en la comisaria. ¿De verdad? El sargento Bunter y el oficial no ha perdido sus costumbres.