Dejo atrás a Liam y hago el camino de regreso a la casa para encontrar a Celeste en la cocina, aún estoy algo cocada por lo que acaba de pasar, pero debo reponerme y enfrentar la situación que tengo en frente en este momento. — Ya espera en la oficina de Liam— anuncia Celeste algo incómoda. — Gracias —murmuro pasando por su lado. Cuando llego afuera de la oficina de Liam respiro profundo y abro la puerta. Encuentro a Darío frente a la repisa de premiso que Liam tiene en exhibición. Es extraño que en el resto de la casa no hay nada que lo haga ver como un fanfarrón. De hecho, todos están en esta oficina. — Algo estrafalario ¿No? — comenta Darío sin mirarme. Cierro la puerta detrás de mí. — Al menos, no tiene un cuadro de sí mismo dominando toda la chimenea del salón principal — comento