Sefora.
—Sefora ven y trae el trabajo. —voy con unos diseños que modifiqué solo un poco ya que este curso no me interesa para nada—. Sientate.
—Gracias. —mientras hablamos de los arreglos pienso en que mis propios diseños me los guardo para mi futura marca, mi papá me dijo eso, no le muestres tu talento, guárdatelo para tu propia marca.
—Bien, falta mejorar Sefora. —lo miro a los ojos pidiéndole que me diga que me falta—. No me mires de esa manera, debes aceptar las criticas.
—Las acepto, solo que quiero que me diga en que debo mejorar.
—Sola debes darte cuenta.
—¿Entonces qué clase de profesor es si no me dice?.
—¿Siempre me debes responder alguna cosa Sefora?.
—Pues se supone que yo no sé y usted me enseña, debo preguntar.
—Mejor ve a tu asiento Sefora.
—Quiero que me diga que debo mejorar nada mas.
—¿Sabes cuál es tu problema? No eres buena para esto y estoy cansado Sefora, muy cansado estoy de ti que no aprendes nada, que cada trabajo que te mando a hacer hay fallas, no eres buena para esto, eres joven, es mejor que busques otra cosa. —aunque me duele sonrío porque creo que era lo que buscaba para dejar esta clase—. Mejor no vengas mas.
—Bien. —me paro con la miradas de los cuatro alumnos mas que hay, cuando me inclino a agarrar mis trabajos pone la mano encima.
—Esto se queda. —comienzo a reir como loca.
—Eso me lo llevo, y me devuelves mis demás trabajos. —le saco las hojas y las telas donde hice prueba de dobladillos.
—No puedes llevártelo, los materiales...
—Me los llevo porque son mis trabajos y mi tiempo, mañana vengo por mis cosas y si no me las tienes vas a saber lo que es bueno. —salgo con mi bolso sin mas nada que decir.
Sefo—. ¿Estas ocupado?.
Elias—. No, ¿Qué pasa?.
Sefo—. ¿Podemos ir a comer?.
Sefo—. Necesito hablar.
Elias—. Si, ¿Dónde nos vemos?.
Manejo al restauran que me dijo que vaya, para mi todo es comida pero él que estudia cocina sabe donde está lo bueno porque uno de nuestros pasatiempos como familia es recorrer lugares para comer, y si nos gustó un plato volvemos a pedir algo diferente, y si no gustó a la primera no venimos más, un pasatiempo loco pero que nos permite charlar y poder distraernos un poco y hasta a veces los dos solos, dicen que los mellizos son muy unidos, bueno, lo somos, hablamos hasta el cansancio, y aunque para muchos es muy raro hay días en los que dormimos juntos, ósea, compartimos al mismo tiempo el vientre de mi mamá, nos peleamos para ver quien nacía primero, dormimos en la misma cuna, aprendimos a caminar y comer a la misma vez, fuimos a las mismas salas en el colegio, pues obvio que tenemos una conexión mas fuerte que con mis demás hermanos.
—Que tipo mas infeliz, debes recuperar tus trabajos Sefo.
—No me preocupo por eso. —me mira intrigado pero no dejo de sonreír—. No sé qué clase de profesor es que nunca se dio cuenta que no son diseños originales, si decide robarlos va a cometer plagio.
—Que maldita que eres.
—Te dije que no me gustaba, que todas mis ideas le parecían malas, no quería decir que me tenia envidia pero parece que así es.
—¿Y ahora?.
—Era solo un curso y no sé si voy a tomar otro, aunque debo hablar con la abue porque ella me insistió que lo tome así me perfeccionaba.
—Yo ceo que ya deberías lanzarte Sefo, sigues estudiando diseño e imagen pero tus trabajos son excelentes, y no porque seas mi hermana, en las galas siempre preguntan por la modista.
—Me da miedo Eli, me da miedo no generar ingresos y hacer que papá pierda dinero.
—Sabes que eso a él no le importa, la cosa es que puedas probar y ver, si funciona bien y si no también, la próxima vas aun mas fuerte y con experiencia.
—Debo pensarlo bien, suena fácil pero no lo es.
—Vas a ver que va a decirte lo mismo que estoy diciendo.
—¿Será porque eres su hijo?.
—Así es, su hijo de los pies a la cabeza.
—Creí que ibas a decir así dicen las malas lenguas. —de inmediato me cubro donde me quiere dar unos golpes.
—Te dije que dejes de decir esas cosas de mamá.
—Aaayyyy Eliii, si no digo... —me rio a carcajadas donde me sigue queriendo golpear con la servilleta—. Ya basta.
—Bueno, paga así nos vamos.
—¿Yo?.
—Tu me invitaste a comer amiga, paga ahora. —salimos riendo aun por lo de que se parece mucho a mi papá—. Bueno, voy detrás tuyo.
—Dale, che Eli. —lo envuelvo por la cintura sin dejar de sonreir—. ¿Cuando cocines haces matambre a la pizza?.
—Uuff Sefo, debo hacer muchísimo.
—Dale no seas malo.
—Vamos, aun debo pensarlo.
—Que malo, bueno, vamos que papá ya nos va a llamar. —manejo cantando unas alabanzas, me distraigo pensando en cuando tengamos la oportunidad de dar las gracias en la iglesia seguro Elias va a querer que cante porque él es el que acomoda las alabanzas en familia, le hago seña de luces a Elias cuando veo el portón abierto y los de seguridad de la casa fuera del portón—. ¿Pero qué pasó?. —veo el auto de Jemi a un lado todo roto, la puerta abierta y la tierra movida por derrape, freno bajando el vidrio.
—Señorita Sefora.
—¿Qué pasó?. —Elias viene trotando—. El auto de Jemima.
—La atacaron, venia con su hija y unas camionetas siguiéndola.
—Mierda, ¿Dónde están?.
—En la casa. —dejamos los autos donde no molesten por las dudas y ahí entramos corriendo.
—Jemi. —voy a la cocina donde escucho que hablan, está sentada con la nena en brazos y Adi con Bena abrazándolas—. ¿Están bien?.
—Tio, a pum y a mi me io meio, —Eli la alza a Kezi apretándola, abrazo a Jemi que no puede parar de llorar.
—Ya les dijimos que se vayan, —la aprieto con fuerza no soportando mas el llanto mientras miro como Eli calma a Kezi que esta desesperada—. Les dije que no vengan mas.
—Zi.
Eli camina acariciando la espalda de Kezi hasta que Jemi quiere ir a descansar un poco, la acompañamos pero tampoco podemos interferir mucho porque fue una situación estresante y lo que menos queremos es que Jemi sienta que no puede cuidar de su hija que tanto cuida, por eso le damos sus espacios.
—Amor. —mi mamá corre donde mi papá abrazándolo.
—¿Dónde esta Jemi y Kezi?.
—Arriba con los chicos porque Kezi esta muy alterada. —mi papá se tapa la cara llorando cosa que me hace doler muchísimo—. ¿Qué pasó?.
—Nada, no pude hacer nada para saber quienes querían lastimarlas, mierda. —mi mamá lo guía hacia el sillón y con Eli nos sentamos para oir lo que dice—. ¡No puede ser Mari!, ¿Quién quiere lastimarla?.
—No te alteres, debemos pensar con claridad Michel, si nos alteramos no vamos a lograr nada, ni menos darles seguridad.
—Esto se termina. —nos mira afirmando con una mano—. No salen solos a ningún lado, se terminó eso de que salen a cualquier lado solos.
—Pero papá...
—No Elias, mira lo que le pasó, ¿si la hacían volcar?, ¿o si la arrinconaban tanto que cometía una tragedia?, no, no voy a ceder mas, esto no tiene que volver a pasar bajo ningún termino. —me giro a las escaleras viéndolos bajar—. ¿Cómo están?.
—Se durmieron pero Kezi no deja de temblar.
—Voy a ir.
—Espérame. —los dos suben dejándonos a los cuatro en silencio.
—¿Qué dijo papá?.
—Que no pudo investigar nada, mierda, con esto se va a poner aun mas insoportable.
—¿Acaso no viste el auto?. —miro a Adiel en silencio cuando habla—. Mas vale que se va a poner insoportable, le dispararon Elias, esta como un colador el auto.
Después de cenar con mi abue vamos al living, me da mucha impotencia al ver como mi hermana con mi sobrina tienen espasmos del miedo, me muerdo las uñas cuando Kezi hace pequeños gemidos agarrando con fuerza la ropa de Jemi o de mi papá que es quien la agarra y con quien mas se calma de los miedos, mi nena, mi papá es su única imagen de padre, porque a mis hermanos creo yo que los ve mas como hermanos porque viven peleando con Adi y Bena, pero ahora se ve como están aterrados y pendiente a lo que la nena necesite, porque estamos pendientes de las dos, no queremos que Kezi tenga traumas, pero mi hermana necesita estar bien para poder darle una calidad de vida mejor, es su mamá, si ella no esta bien no creo que pueda hacer buenas cosas para su hija, por eso mi mamá está con ella envolviéndola y Adi en el suelo con la cabeza en las piernas de Jemi envolviéndola, sinceramente si me pasa una cosa parecida no creo que pueda tener la misma reacción, creo que me paralizaría sin hacer nada.
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