PV CALA
—¿Qué son esos camiones al frente de nuestra casa? — pregunta Ian llegando del trabajo.
—¡Hola cielo!, nuevos vecinos, ¿Qué te parece?
—Mientras no sean como los anteriores, todo está bien.
—¡Papi!, ¡Papi! — nuestro pequeño Joseph llega corriendo, abrazar a su padre.
—Hola, campeón, cómo está mi cumpleañero bello.
—Bien, yo ya gande, tengo cinco.— dice señalando sus 5 deditos de la mano.
Tengo 10 años casado con Ian, aunque me casé muy joven ya que tenía 18 años no me ha importado, soy feliz, lo amo, tenemos dos hijos Joseph de 5 años, y mi pequeña Clío de 2 años. Amo a mi familia, y más que a pesar de ser madre, y esposa, también he podido sacar mi carrera de Pediatría.
—Papi, ¿Me tajiste yegalo?
—No campeón, recuerda que mañana será tu fiesta, y te daré tu regalo, y recibirás muchos más.— Joseph bajo su carita triste. —¿Que tal si vamos al parque a jugar, y de ahí pasamos a comprarte un obsequio? — el rostro de mi hijo se iluminó, y yo puse los ojos en blanco, nuestros hijos lo hacen como quieren.
—Siiii, gacias, eles el mejos papá del mundo. — Ian se echó a reír por las palabras de Joseph.
Después de cambiar a los chicos nos fuimos al parque, los niños jugaban, se divertían, Clío por ser tan pequeña, a cada rato se caía, pero entre Joseph y Julián nuestro vecino de 7 años que es el mejor amigo de mi hijo la cuidan mucho, Ian y yo los veíamos felices, nuestros hijos son nuestra mayor bendición.
Miro como Joseph se queda observando algo fijamente y luego empieza a caminar, por instinto me levanto y lo sigo, del otro lado del parque también hay bancas y una mujer joven se encuentra con una pequeña, y es justo esa pequeña quién ha llamado la atención de Joseph.
Cuando llego a dónde se encuentran me presento.
—Hola soy Cala Henderson, la mamá de este señorito, ¿La está molestando?.
—Mamá, yo no toy molestando, solo quise ves bebé, está muy linda, mila sus ojos… — dice acariciando la mano de la bebé.
—Este guapo niño tiene razón, no está molestando, y yo soy Amaris Coleman, mucho gusto.
—¿Es usted nueva por aquí?
—Sí, mi esposo y yo nos estamos mudando justo hoy, pero mientras bajaban y acomodan las cosas decidí caminar un rato y así ir conociendo. — cuando voy a decir algo Joseph me interrumpe.
—¿Cómo se llama la bebé?
—Se llama Emma.
—Lindo nombre, vedad mami.
—Si cielo, ¿Por qué no vas a jugar con tus hermanos?
—Puedo llevas a Emma.
—No sé, si su mamá quiere, recuerda que está muy pequeña.
—Mamá, yo gande, yo puedo cuidas, ¿Cuántos años tiene Emma? — Amaris sonríe
—2 años cielo.
—Como mi hemanita Clío, yo puedo cuidasla, ¿Me deja llevasla allá? — Joseph le señala dónde están Clío y Julián jugando.
—Claro, pero sólo será por unos minutos, porque ya casi me voy. — Joseph asintió, agarró la mano de Emma y se la llevó con mucho cuidado hasta dónde estaban sus hermanos.
— Es un niño, muy lindo y cariñoso.
— Sí, de mis dos hijos, creo que Joseph será la persona más protectora y obsesiva que conozca, si vieras cómo es con Clío. Por cierto, somos vecinos… — digo sonriendo al saber que son ellos lo que se están mudando de casa, aquí en Detroit es un pueblo pequeño y tampoco es que haya muchísimas casas en venta.
—¿En serio? Eso es una sorpresa agradable, así que tendré con quién charlar por las tardes — dice muy entusiasmada.
— Me parece perfecto, siempre y cuando no esté en el hospital, no habrá problema.
—¿Hospital? ¿Estás enferma?
—No, trabajo en el hospital, soy pediatra.
—En serio, que lindo, yo soy maestra de preescolar, me encanta trabajar con niños.
—Pues eso es algo que tenemos en común. — en eso un celular suena y es el de Amaris.
—Bueno. — escucha atentamente lo que le dicen del otro lado de la línea. — Si cielo, en seguida, vamos para allá.
—Creo que ya tengo que irme.
— Claro, entiendo — empezamos a caminar, hasta dónde se encuentran los niños.
—Cariño, ya Amaris y Emma se van.
—No quielo que bebé linda se vaya. — dice haciendo un puchero.
—Amor, tranquilo, ellos se pasaron a vivir a la casa de enfrente, podrás ver a Emma, siempre que quieras. — asiente de mala gana.
—¿Podemos invitasla a mi fiesta de mañana?
—Por supuesto que sí. — y girándome hacia Amaris le digo.
—Mañana celebraremos el cumpleaños de Joseph a partir de las 2 pm, Pueden ir, están muy cordialmente invitados.
—Gracias, ahí estaremos, ahora me voy. Hasta luego.
Nos despedimos de Amaris y Emma, observó como Joseph no deja de mirar a la dirección por dónde se fueron.
—¿Te pasa algo, cielo?
—Esa bebé, es linda, linda — sonríe.
—A Joseph le gusta una bebé, a Joseph le gusta una bebé.
—Cállate Julián.
— Julián deja de molestar a tu amigo, y tú Joseph eso no es malo, Emma es una bebé muy hermosa.
Él asiente, después de una hora de jugar en el parque fuimos por el obsequio de Joseph, y luego a la casa, ya mañana sería la fiesta de cumpleaños de mi Príncipe.