bc

Primos

book_age16+
428
FOLLOW
1.2K
READ
family
pregnant
goodgirl
badgirl
sisters
like
intro-logo
Blurb

Renata y Emanuel son dos primos de quince y diecisiete años que comparten su tiempo desde muy pequeños. Eran unidos para todo, para charlar, para jugar, incluso para acostarse en el suelo a ver el cielo.

Como todos los niños, experimentaron besos pequeños, castos, llenos de "nada" en ese momento.

Cierto día tuvieron que separarse a causa de la Universidad, Emanuel estuvo obligado a marcharse del pueblo donde vivía.

Tiempo después, un año exactamente, Renata también tuvo que irse, y, durante ese tiempo, aprendió a convivir con Emanuel.

¿Pueden dos primos convivir sin sentir nada? ¿O seguir siendo primos pero... sintiendo de todo?

chap-preview
Free preview
Prólogo
Una mañana muy calurosa, desperté temprano porque era imposible poder dormir con tanto calor. Fui en busca de mi desayuno, una leche con cacao fría, deliciosa. —Buen día, má —dije al ver a mi madre en la cocina tomando mate.  —Buen día, Renata —saludó ella. Terminé de preparar mi taza de leche y me senté a su lado, conversamos un poco. Mi padre estaba en el trabajo ya, él era muy responsable con sus cosas. Estaba ansiosa porque en tres días me iba de vacaciones como todos los veranos, con mis tíos y mis primos. Viajaba con ellos, porque mis padres eran más reservados, chapados a la antigua, nunca salían de vacaciones, no iban a ningún lado. Este año íbamos a la playa, a Mar del Plata, eso me tenía más ansiosa aún, con lo que me gustaba el mar.  Esos viajes eran los mejores que podían existir.  Terminé mi desayuno y lavé la taza. Me fui a mi habitación para hacer la cama y dejar ordenado, también quería preparar algunas cosas para la maleta del viaje.  —¿Te falta algo, Renata? —preguntó mi madre, entrando a mi habitación.  —Algunos productos de maquillaje, pero luego nada. —¿Es necesario? —Sí, mamá. A mí me gustaba arreglarme, maquillarme, pero a ella no. Tampoco le gustaba que use poca ropa (pantalones cortos, remeras con escote, trajes de baño). —Creo que también necesitaré un bikini, porque dudo que aún me ande el de kitty —sí, tenía una malla de kitty de hace cinco años y mi madre pretendía que aún la use. —Eso lo veremos luego, te compraré una malla. —No, mamá —suspiré—, quiero poder elegir yo, quiero un bikini. Mi madre era una persona que podía entregar todo su amor, toda su voluntad, todo de ella, era muy buena, pero a veces pretendía que yo actúe como ella, y yo no soportaba eso.  Mi padre; todo lo contrario, no era malo, pero no andaba demostrando sus sentimientos por cualquier lugar. Este último año he crecido y era notorio, se me comenzaron a notar más los pechos, mi cuerpo había cambiado mucho. La pubertad había llegado. Era hija única, por eso siempre había tenido mucho trato con mis primos, eran como hermanos para mí. Mi celular comenzó a sonar, era Emanuel, uno de mis primos. —¡Ema! —grité al responder. —¡Rena! —dijo él en el mismo tono. Reímos—. ¿Cómo estas, preciosa?  —Muy bien, ¿y tú guapo? —sonreí. Él era dos años mayor que yo, siempre nos tratábamos así. Hablamos durante unos cuantos minutos más, quedamos en salir  a caminar en la tarde, así que quería aprovechar para comprar lo que me hacía falta para el viaje. Corté la llamada y fui a preparar el almuerzo con mi madre, hicimos milanesas con papas fritas, ¡me encantaba! —Mamá, en la tarde saldré a caminar con Emanuel —la miré—, aprovecharé a comprar lo que necesito para el viaje. —Iré yo a comprarte lo necesario. —Te dije que no, mamá —rodeé los ojos. Tenía quince años, no me dejaba hacer nada por mi cuenta, ella tenía que comprarme todo, la ropa con dibujos infantiles y eran dos talles más grandes de lo que yo utilizaba, el maquillaje que eran brillitos de Barbie, ¡me tenía podrida! No le hice caso. Terminamos de cocinar y llegó mi padre del trabajo, fui a saludarlo enseguida.  —Papá, en la tarde iré a comprar unas cosas que necesito para las vacaciones. —Está bien, no gastes mucho dinero. ¡Era codito codito!  Asentí, al menos él si me dio permiso de ir sola a comprar mis cosas.  Almorzamos, prácticamente en silencio, mi madre estaba un poco molesta, era algo amargada a veces.  Terminamos de comer y me puse a lavar los platos, siempre ayudaba en las cosas de la casa.  Mi celular comenzó a sonar, era mi primo otra vez. —Hola —atendí. —¿Estás lista? —Sí. En diez minutos estaba afuera de mi casa esperándome para salir a caminar, ¡tremendo calor para andar a la siesta! Busqué una mochila, puse mi billetera con plata, mi celular, un desodorante y perfume, era infaltable eso para mí. Salí de casa, sonreí al ver a Emanuel. —¡Hola! —lo abracé, casi quedamos pegados. —¡Hola! —sonrió, me dio un beso en la mejilla. 

editor-pick
Dreame-Editor's pick

bc

Bajo acuerdo

read
25.8K
bc

Prisionera Entre tus brazos

read
91.4K
bc

Navidad con mi ex

read
10.4K
bc

La esposa rechazada del ceo

read
189.1K
bc

Mi Sexy Vecino [+18]

read
62.4K
bc

Tras Mi Divorcio

read
533.1K
bc

Yo, no soy él

read
90.9K

Scan code to download app

download_iosApp Store
google icon
Google Play
Facebook