UN AMOR OSCURO

Capítulo 3: (Actualización)

Aún no dejo de tener esa mala sensación. Estoy segura que nada bueno pasará. Observo como la puerta del consultorio se abre y sale la paciente, la joven enfermera me sonríe:

-Señorita Evans puede ingresar.

-Gracias-comento tomando mi pequeño bolso, intento concentrarme y olvidar todo lo referente a Adam.

-Buenos días Natalie- me saluda ma ginecóloga con una sonrisa, es una mujer de unos 60 años aproximadamente pero aún se conserva por medio del ejercicio.

-Buenas tardes Doctora Edith.

-¿Has traído tus análisis?-pregunta mientras se pone sus anteojos.

-¡Claro! Aquí tiene-le extiendo el sobre con el loco del laboratorio. La mujer lo toma y comienza a abrilo para proseguir a leerlo.

Pasa unos minutos en silencio y yo me muero de la incertidumbre. Ella suspira y se quita sus antojos.

-Sigues saliendo baja en tus estudios de hemoglobina, anteriormente te había comentado que era por tu periodo menstrual y no llegabas a una anemia, pero estas bajando cada vez más. Tendré que hacerte más estudio para descartar.

-Leucemia.

-Exacto, tengo entendido que tu madre empezó así. Por eso quiero la verdad. ¿Te has tomado los medicamentos?

-Si, lo he hecho tal cuál me los recetó. Inyecciones de hierro con vitaminas una veza cada dos semanas.

-Bueno, en ese caso, tendré que realizarte más estudios para prevenir Leucemia. Se lo difícil que es para ti esta noticia.

-Descuide, yo entiendo que es su trabajo. Pero ultimamente me siento mucho mejor, no se como sigue saliendo un resultado de esa manera.

-Entiendo. Bueno te voy a recetar más inyecciones, hasta que tenga los nuevos análisis.

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Salgo de la regadera y enrollo la toalla en mi cuerpo, me encamino a mi habitación y tomo entre mis dedos la foto de mi madre, la cuál fue tomada por mi amiga Tania, esa foto fue de hace un año, antes de que muriera de Leucemia. Mis ojos se empañan de lágrimas, las cuáles caen sobre la foto, la pongo sobre mi pecho y me siento en el suelo, llorando como una niña pequeña.

El solo pensar que yo pueda tener eso, hace que mi mundo se derrumbe, pero debo mantenerme fuerte, puede que solo sea un mal resultado, seguiré cuidadonme como lo he hecho.

-Esto lo hago por ti mamá- susurro.

Estoy agradecida con mi amiga Tania porqué ella me ayudo a cuidar a mi madre en esos momentos difíciles, claro que no era su responsabilidad pero ella lo hizo. Hemos sido amigas desde pequeñas, antes de la muerte de mi padre. Ahora soy una huérfana. Solo la tengo a ella y a su esposo Francisco.

Francisco es todo lo contrario a Adam, mientras el primero siempre está haciendo chistes, con una sonrisa enorme en la cara, tomando fotos y conviviendo con los demás, el segundo es un amargado qué se lanpasa trabajando, ni siquiera hay otras palabras para describir a Adam Wilson.

Por otra parte también tengo el apoyo de Emily, ella es más joven que yo por unos cinco años aproximadamente, mi mamá le dio empleo cuándo era una adolescente, debido a que Emily huyó de la casa de su familia. Tenía una madre y padrastro abusivos. La veo como una hemana mayor y también hemos estados juntas en las buenas y en las malas.

La alarma de mi celular suena, dejo la foto en su lugar, con mis dedos temblorosos apago la molesta alarma, bufo de irritación y me dirijo al pequeño armario dónde saco un vestido.

Elegante, formal/ informal

Arreglo mi cabello lacio, me aplico perfume y mi labial. Estoy lista para encontrarme de nuevo cara a cara con el molesto y odioso Adam Wilson.

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Me. Encuentro afuera del edificio y me encuentro con una camioneta negra y baja un hombre alto, de piel morena clara y calvo. Se acerca hasta a mi y se presenta:

-Buenas noches señorita Evans, soy Hansen, el jefe de seguridad del señor Wilson, estoy aquí para escoltarla hasta el departamento de mi jefe. El señor Wilson ya la está esperando.

Comenta el hombre con tanta seriedad y sus palabras las dice como si ya estuviera programado para decir todo eso. Yo asiento y el hombre me extiende la mano para poder bajar las escaleras, me abre la puerta y subo a la camioneta. Una vez que él también sube nos ponemos en camino con dirección a Adam Wilson.

Suena la notificación y leo un mensaje del susodicho explicándome que Hansen su guardia de seguridad me está esperando, ruedo los ojos con molestia y meto mi celular en una pequeña bolsa.

Cierro con llave la puerta de mi departamento, veo a ese hombre con un traje n***o y un pequeño aparato en el oído, mientras le habla a su muñeca, por el rabillo de mi ojo me doy cuenta que otros dos autos encienden sus luces para salir, reprimo las ganas de reír.

Si que le gusta llamar y ser el centro de atención.

Hansen me regala, más bien me dedica una mirada seria sin ninguna expresión, hasta cierto punto me da miedo, pero lo dejo pasar, con un tono de voz autoritario me dice:

-El señor Wilson la espera- mientras abre la puerta, le dedico una sonrisa a medias y entro a la lujosa camioneta, cierra la puerta y rodea el transporte hasta que nos encaminamos al hogar del gran Adam Wilson.

El lugar donde vive Adam es un fraccionamiento de varios departamentos, los cuáles son hermosos, la camioneta entra al estacionamiento, todos esos hombres bajan y me escoltan, ni que fuera primera dama o una famosa.

Me guían hasta un elevador donde al parecer caben ocho personas como máximo, Hansen aprieta el botón de VIP, soy incapaz de respirar o hasta de moverme, tengo los nervios de punta, Adam había comentado que sería una cena de negocios y espero que sea así.

Me pongo más nerviosa cuándo el elevador se detiene en el ultimo piso, abre sus puertas para dar a conocer un departamento muy hermoso y ahí parado en medio, se encuentra el impecable e egocéntrico Adam Wilson