LUNA DIVIDIDA

PROBLEMAS POR RESOLVER. Editado

James, el chico que me había rechazado por sugerencia de su madre, se veía abatido. Su dolor también era el mío, lo único que nos ayudaba ahora a soportarlo era el buen ánimo de Dave. Era obvio que estaba feliz porque lo había aceptado como mi compañero. ¿Pero dónde quedaba yo? ¿Cómo es posible que tenga dos compañeros? Es insano, nadie en su sano juicio soportaría compartir a su pareja. ¿Y ellos dos debían compartirme a mí? Acepté a Dave frente a nuestros padres, pero en mi corazón también aceptaba a James. No lo había dicho en voz alta, no lo haría todavía, hasta que no me demuestre que realmente vale la pena, hasta que no enfrente a su madre y a toda la corte de lobos estirados. Este era un buen cambio para la manada, si él decidía tener las bolas suficientes. No tengo idea cómo vamos a salir adelante, la pelea entre ellos será continua.

Investigué mucho, por años, cuando me transformé sola en mi habitación por primera vez y descubrí el color de mi pelaje. La única cosa que se me ocurrió fue que era adoptada. Luego noté mi parecido con mis padres; mi madre y yo teníamos el mismo color de cabello, mis facciones eran idénticas a las de mi padre, al igual que mi hermano. Descarté eso enseguida. Tenía que buscar en el pasado de mi familia. La de mi padre no tenía antecedentes de lobos blancos, pero cuando me tocó investigar sobre la familia de mi madre, simplemente no encontré nada. Ella apareció una noche en la manada; mi padre la había encontrado y eso era todo, no había nada.

Unos años después, encontré en el ático una pequeña caja con las pertenencias de mi madre; era lo único que trajo de su casa antes de abandonarla. Había un diario, fotografías de mi abuela y algunas de la familia de mi abuelo, pero lo que más me llamó la atención fue una fotografía de mi madre y una loba blanca a su lado. Mi abuela. Ahí cuadró todo; yo no necesité preguntar, sabía lo que había pasado con los lobos blancos del reino. Lo enseñaban en la escuela, en los libros de historia, y la única loba blanca aquí era la bruja de Beth, nuestra luna. Me hacía la misma pregunta, una y otra vez: ¿quién es ella? ¿A qué linaje pertenecía?

__ JEFE ¿a qué familia pertenece nuestra luna? Sé que su pelaje también es blanco.

__ No me digas jefe, ahora somos familia, puedes llamarme suegro __ Sonrió viendo a sus hijos __ O solo Bruce. Mi esposa es Albina, no tiene sangre real como tu madre, tu hermano o tú. Es una loba blanca, sí, pero solo eso. Es hija de una de las familias principales de la manada. Mi esposa destinada murió después de que nacieran mis cachorros y luego volví a casarme. La manada necesitaba una luna. Ella cuidó de mis hijos, los crió como propios y les dio amor. __Explicó, pero no pude dejar pasar la tristeza en su voz cuando mencionó la muerte de su esposa.

__ Si con dar amor te refieres al trato que ella nos daba, sabes muy bien que ella se dedicó de lleno a James; él era el único que podía manipular de los dos, y a ti, claro. __ Su tono sarcástico no desaparecía. __ El hecho de que se haya negado a darte hijos siempre me resultó sospechoso. Nunca fue cariñosa contigo ni con la gente de la manada, solo se dedicó a gastar a manos llenas la fortuna de la familia. Si quieres acabar con toda esta mierda, divórciate, y haz que mi hermano tome el liderazgo, está más que listo. Lily y yo nos ocuparemos de poner en orden esta manada, será tan grande como lo fue cuando madre vivía.

__ Lo sé, por eso los hice volver. Ya estoy viejo y quiero descansar. Estoy en confianza. Mi amigo George me mantuvo al tanto de todo lo que ocurre en la parte baja de la manada todo este tiempo; solo los esperaba para hacer cambios. __ Y tú, no te quedes ahí parado; tu hija me invitó a comer tu exquisito estofado de conejo __ El problema entre ustedes lo deberán solucionar los tres. No es conveniente que se separen; los tres juntos pueden cambiar la historia de ahora en más. Lily tiene todo el derecho de reclamar sus tierras y cuenta con el ejército más temible de los cuatro clanes: la manada del norte. Las manadas del este y oeste nos apoyarán. Los de la manada central son salvajes; la mayoría son desterrados, ya no tienen alma y son seres sin luz, se dejaron cegar por la ira cayendo en la oscuridad.

Mi cabeza daba vueltas. Ayer solo pensaba en cómo hacer para rendir mis exámenes por falta de tiempo. Ahora tenía dos parejas, un reino que reclamar y resolver el problema con James y Dave. No quiero ser vista como una luna golfa.

__ No quiero ser el motivo de risa de la manada. No es normal tener dos parejas. Nos veremos como una manada libertina. Temo que no me respeten, y que se burlen de mi familia después.

Después de expresar mis inquietudes, quedé pensativa. No quería ser la burla de la manada, ni tampoco deseaba que mi familia fuera objeto de risas. Me sentía inquieta ante la idea de ser vista como una figura controversial, como si estuviera desafiando las normas establecidas. La palabra "libertina" resonaba en mi mente, trayendo consigo una carga de juicio y desaprobación. Temía que mi situación provocara una ruptura en el tejido social de la manada, afectando su cohesión y estabilidad.

__ El reino central, el único que ha existido en este continente se derrumbó por no saber manejar este problema. Una luna para dos lobos, se mataron entre ellos, el reino cayó, los malos ganaron y acabaron con todos los descendientes de la familia real. Por fortuna, tu abuela logró escapar con vida. No deben separarse, por eso la diosa no permite que corten el vínculo.

Papá se había concentrado en la comida, yo me siento en el mismo lugar y Dave no se separaba de mi lado. James, seguía igual de... destruido.

__ Ustedes dos, síganme._ Ya de pie me dirigí a las escaleras, ellos me siguieron en silencio hasta llegar a la puerta de mi habitación. Papá y Bruce charlaban en la cocina, pronto llegará mi madre del trabajo y no quiero estar ahí cuando se entere de todo lo que está pasando.

Después de dar mis indicaciones, me erguí en silencio, con la mente enredada en un torbellino de preocupaciones. ¿Cómo íbamos a resolver este dilema? Las tensiones dentro de la manada estaban en un punto crítico, y ahora, con la revelación sobre mi linaje, se habían vuelto aún más complejas. Mientras subíamos las escaleras, sentí la mirada expectante de Dave y James sobre mí, esperando alguna señal de dirección. En la cocina, papá y Bruce continuaban su charla despreocupada, completamente ajena al caos que se estaba gestando en nuestra vida familiar. La ansiedad se apoderaba de mí mientras me encaminaba hacia mi habitación, con la certeza de que la calma momentánea pronto daría paso a una tormenta inevitable.

Abrí la puerta y les pedí que entren, Dave lo hizo primero, lo siguió James, y yo cerré la puerta tras mi espalda.

__ Quiero soluciones, tenemos demasiados conflictos como para crear uno más. ¿Qué piensan de lo que ha dicho su padre? Y por favor, siéntense.

Después de emitir mi petición, observé cómo Dave y James se acomodaban en sus respectivos asientos, con gestos de expectativa y cierta tensión en sus rostros. La habitación parecía impregnada de un silencio denso, como si cada uno estuviera sumido en sus propios pensamientos, tratando de procesar la complejidad de la situación. Mi mente bullía con preguntas sin respuesta, pero también con una determinación firme de encontrar una solución que beneficiara a todos. Mientras los observaba, me preguntaba qué opinarían realmente sobre la propuesta de mi padre y qué papel desempeñarían en las decisiones que tomaríamos como familia y como manada.

__ Hermano, lily no me acepta y el vínculo no se puede romper. Aceptaré la decisión que ella tome. Si lo que realmente desea es que me aleje de ella, lo haré. Sufriré en la casa de la manada en soledad y no me meteré en sus vidas. Pero… si ella me da la oportunidad, demostraré con hechos que soy digno de su amor. Podemos intentarlo juntos, los tres.

Después de escuchar las palabras de James, sentí un nudo en la garganta. La tristeza en su voz resonaba en mi interior, y no pude evitar sentir pena por él. A pesar de la complicada situación en la que nos encontrábamos, no podía negar que también había una parte de mí que se preocupaba por James.

Sin embargo, mis sentimientos hacia él estaban enredados en una maraña de incertidumbre y desconfianza. Quería creer que él era sincero en su deseo de cambiar y demostrar su valía, pero una parte de mí seguía dudando. Después de todo, sus acciones pasadas habían sembrado dudas en mi mente y había construido una barrera entre nosotros.

Necesitaba tiempo para procesar todo lo que estaba sucediendo y evaluar si James realmente merecía una segunda oportunidad. Quería que él demostrara con hechos, no solo con palabras, que estaba dispuesto a cambiar y a luchar por mí.

Mientras reflexionaba sobre todo esto, me di cuenta de que estábamos ante una encrucijada crucial. La decisión que tomáramos afectaría no solo nuestras vidas individuales, sino también el destino de nuestra manada y nuestro reino. Era una responsabilidad abrumadora, pero sabía que debíamos abordarla con cautela y consideración.