POV DE DANTE MORETTI
Estaba en lo cierto al suponer que ella se había negado a firmar. No esperaba menos de ella. Tiene su carácter pero tuvo la mala suerte de ser hija de Galadriel Montenegro y lamentablemente terminarás en mis garras.
No puedo evitar sonreír al pensar en un plan que no le permitirá rechazar la propuesta, además ya Victoria se las ingenio para dejarla sin escapatoria, no podrás huir de este destino, Sophía Ferrer.
Tomo el teléfono y le marco a Lucas.
— Consigue tintura de betabel, la necesito con urgencias. — suelto el teléfono y me acerco más a ella, la observo mientras yace dormida en la cama, con un vestido rojo que se ajusta a sus perfectas curvas de manera provocativa. El escote profundo dejaba entrever su piel, y la falda corta acentuaba sus largas piernas. A pesar de su estado, había una elegancia innata en ella que la hacía irresistiblemente cautivadora.
Mis pensamientos frívolos fueron interrumpidos por el toque en la puerta al cual le digo que pase con un adelante.
Lucas trae la tintura y me mira interrogativo
—Ya lo vas a descubrir, te contaré todo en un momento .— le explico, Lucas es más que mi mano derecha es un confidente que siempre está a mi lado.
—Si tú lo dices, esta bien. — mira a la cama e inmediatamente desvía la mirada, sabía cómo era de receloso con lo que es mío y si se trata de mujeres, aún — que haremos con ella.
—Nada, aún— sonrió con malicia al recordar lo que planeo hacer. Lucas se va y yo me pongo manos a la obra.
Mientras la tintura de betabel burbujeaba en el recipiente, empecé a quitarle el vestido para dejarla completamente desnuda. Mi plan iba a funcionar. Al despertar, Sophía creería que había perdido su virginidad en mis manos, y la idea de atraparla en esa confusión me excitaba.
Con precisión, apliqué la tintura en un trozo de tela y, con cuidado, dejé caer unas gotas sobre las sábanas blancas, asegurándome de que todo pareciera real. La mancha oscura y rojiza se vería convincente, complementando la ilusión que había creado.
Todo estaba listo. Cuando abriera los ojos y viera manchada de sangre y su vestido y la cama, se daría cuenta de que había cruzado una línea importante. Su destino estaba sellado, y yo sería quien controlara cada paso de su nuevo camino.
Antes de que pudiera despertar me alejé y subí a mi despacho para ver su linda reacción. Aún es de madrugada, así que me puedo relajar unas horas más antes de que despierte.
Lucas toca y lo dejo pasar, solo yo puedo ver lo que sucede en la habitación, ya son casi las 7 de la mañana y aún no despierta, empiezo a preocuparme, aún habrán quedado rastros de esas sustancias en su sangre?
— ¿Qué es lo que planeas, Dante? — me pregunta Lucas sonriendo.
—Atrapar a mi presa. No dejarle espacio a donde correr. — le respondo sonriendo triunfante.
—Ya debería de estar despertando— Asiento con una sonrisa al verla abrir los ojos. Se agarra la cabeza, es natural la enfermera lo dijo le dolería la cabeza por unas horas más.
Y ahí está la tan esperada reacción, su rostro es un poema. Sus ojos se han abierto y su rostro se ha teñido de un rojo oscuro, no se si porque esté excitada o enojada, o ambas .
No toma mucho tiempo antes de salir e irse como un susurro.
— Mis hombres dicen que va saliendo, un taxi la recogió. Quieres que la sigan— me avisa Lucas
—Por supuesto, no la pierdan de vista. — Este asiente y da la orden. — Una cosa más,llama a Victoria Ferrer, ella y yo tenemos algo importante que debemos solucionar. — le ordeno mientras una sonrisa maliciosa se dibuja en mi rostro.
— Enseguida, quieres que sea aquí o separo algún lugar. — me pregunta. No es seguro que la vean conmigo, no aún.
— Busca un lugar seguro. Aún no deben vernos juntos, la he usado para este plan y debo ser cuidadoso con esa mujer, es frívola y capaz de cualquier cosa, me gustaría que siga conservando su cabeza por el momento — Lucas asiente satisfecho por mi respuesta y se retira.
Después de que Lucas se fue, me quedé solo en mi despacho, observando cómo las luces de la ciudad comenzaban a iluminarse. Todo estaba saliendo según lo planeado. Sophía había caído en la trampa, y ni siquiera tiene idea de lo que ha pasado, pero me ha obligado a llevar esto tan lejos, que quiero verla desesperada y sin salida. Ella, como tantos otros, habían subestimado mi habilidad para controlar cada detalle.
Tomé un sorbo de whisky mientras consideraba mis próximos movimientos. Sophía había reaccionado justo como esperaba. Era fuerte, pero incluso la más fuerte de las mujeres se debilita cuando sus creencias se ven destrozadas. Ver su cara de confusión y vergüenza fue suficiente para saber que ahora ella se cuestionaba todo. Pero sabía que no pasaría mucho antes de que volviera, buscándome para obtener respuestas. Pero me pregunto, ¿cómo lo hará? No tiene idea de con quién ha pasado la noche.
Lucas regresó unos minutos después, su rostro lo tenía muy serio.
—He hablado con Victoria. Está de acuerdo en reunirse en el Hotel Paradiso. Dice que tiene información que podría interesarte. — Su tono era neutral, pero conocía bien a Lucas. No le gustaba Victoria, la consideraba un peligro más que un aliado.
—Perfecto, el Paradiso es un buen lugar. Nadie sospechará.— Acaricié el borde de mi vaso antes de dejarlo en la mesa. Victoria Ferrer tenía sus propios planes, pero en este juego, yo era el único que movía las piezas clave. Ella podía ser útil por ahora, pero sabía que en cualquier momento podría intentar traicionarme y ese sería el final de su vida.
—¿Sospechas algo de Victoria?— Pregunté mirando a Lucas, quien levantó una ceja.
—Siempre. Esa mujer no es confiable. Está jugando su propio juego.— Me miró con una expresión dura. — ¿Y Sophía? ¿Crees que te enfrentará?
Sonreí, sabiendo exactamente lo que Lucas estaba insinuando.
—No tiene opción, Lucas. Pronto descubrirá quién soy realmente . Y cuando lo haga, solo tendrá un lugar donde correr. — Me levanté de mi asiento, ajustando mi traje y alisando mi camisa. — Y ese lugar será hacia mí.
Lucas asintió, pero no dijo nada. Era uno de los pocos que entendía el verdadero alcance de mis planes.
—Voy al Hotel Paradiso. Prepárate para que nuestros hombres continúen siguiendo a Sophía. Quiero saber a dónde va, a quién ve, cada detalle. Mantén el control. — Le di una última orden antes de salir de mi despacho, con una sonrisa en los labios.
Al llegar al Hotel Paradiso, me recibió el portero, quien me acompañó a la suite que había reservado para el encuentro. Victoria ya estaba ahí, sentada, esperándome con una copa de champán en la mano.
—Dante, siempre tan puntual, tu padre no se equivoca. — Su voz era suave, pero conocía la frialdad que se escondía detrás de esas palabras.
– Victoria. –Me acerqué a la mesa y me serví un vaso de agua antes de sentarme frente a ella. No había tiempo para juegos.
—¿Qué es lo que tienes para mí?— Pregunté directo al punto, observando cómo sus labios se curvaban en una sonrisa intrigante.
—Pues la verdad es difícil amedrentar esa mocosa, es fuerte. Pero no es nada que no pueda manejar. Además, tengo información.— Dijo ella, cruzando las piernas con elegancia
—¿Qué información, sobre qué exactamente? Si tiene que ver con Sophía, me interesa, de lo contrario no te molestes en decirme. — Le advierto sin expresión alguna.
—Sé que te interesa, es sobre Galadriel Montenegro.
Mi cuerpo se tensó levemente al escuchar ese nombre. Era algo que no esperaba. Galadrie Montenegro había sido la abogada de nuestra familia y era la que más sabía de los secretos turbios de mi padre,era una amenaza para él una sombra que nunca se materializaba del todo pero estaba preparada para atacar en cualquier momento . Pero se suponía que había muerto.
—Habla. — Le ordeno.
Victoria dejó su copa sobre la mesa y se inclinó hacia adelante, sus ojos brillando con malicia.
— En realidad no está tan muerta como todos creen, Dante. Y eso, mi querido, cambia el juego completamente.
—Y tu como sabes esa información? Que sabes Victoria, que mi padre no. — la enfrento y mi voz firme la pone nerviosa. Puede usar sus artimañas con la familia Ferrer, pero no conmigo—Habla ya, y no te atrevas a decirme una sola mentira.—Ella traga en seco y desvía la mirada, juega con su pelo n***o y largo mientras se pasea por la habitación.
—Bien, pero si Sophía no acepta el contrato, de todos modos le darás el dinero a mi esposo para salvar la empresa. Es mi única condición— mantengo mi rostro impenetrable, mientras la observo, Me acerqué lentamente, mientras ella retrocedía, sin escapatoria alguna. En un solo movimiento, la tomé por el cuello, apretando con fuerza mientras su mirada se llenaba de pánico y su respiración se volvía pesada.
—¿Cuándo llegaste a pensar que podías poner una condición? — ella sigue luchando por soltarse pero mis manos no ceden—. Me darás la información y los planes continúan como estaban y si se te ocurre por lo menos traicionarme o al menos a mi padre, ya sabes que no es bueno hacernos enojar.— la dejó caer mientras se agarra el cuello y tose buscando que llegue suficiente aire a sus pulmones
—Yo la tenía secuestrada…. Pero escapó, con vida. — me dice mientras sigue buscando aire.
Claro que escapó, es una perra escurridiza. Pero voy a encontrarla y la entregaré a mi padre y así librarme de él.
—Mándame todo lo que tengas sobre su paradero a mi oficina, yo me encargo de dar con ella.— me giro para irme no sin antes darle una última advertencia. —. Y nada ha cambiado, harás todo lo que ya teníamos planeado. Prepara todo para la cena de esta noche,que Sophía quede sin escapatoria.
Esta información en realidad es valiosa, pero Victoria se pasó de lista, no merece ninguna consideración. No hay problema; encontraré a Galadriel Montenegro y acabaré con este juego de una vez por todas. Mientras tanto, Sophía, sigues siendo la pieza central de este maldito tablero.