Aún sigo entumecida por lo que sea que haya pasado aquí. Debo ir con Ayla, necesito irme pero ya.
Salgo y llamo a Ayla y le aviso que voy para allá, hay varias llamadas de ella, no debería ir a casa ahora. No estoy lista para enfrentar a mi padre.
Ayla es lo más cercano que tengo a una verdadera hermana, ella y yo somos inseparables tanto en lo personal como laboral.
Ambas trabajamos en el bufete de abogados de su padre ,Sebastián Blackwood. Es el fiscal de la ciudad de Madrid- España con una presencia imponente. Siempre viste trajes oscuros que acentúan su autoridad, pero sé que detrás de su actitud fría hay un profundo amor por su hija Ayla y el idiota Nolan, su hijo mayor. Su deseo de erradicar la redes de narcotraficantes que rodea nuestra ciudad lo impulsa a tomar decisiones difíciles en su búsqueda de justicia y protección.
Cuando al fin llego ya Ayla esta fuera esperando por mí.
—Voy a matarte Sophy!!- me grita pero yo la ignoro, recuerdo que ella me dejo sola, subimos a su habitación. Ella viene gritandome toda clase de insultos, necesito ducharme ya” es lo único que pasa por mi mente. Se ve preocupada pero ese es el menor de mis preocupaciones.
—Donde mierda te metiste Sophy, me tenias vuelta loca. Pensé que te había sucedido algo— Ayla sigue gritando mientras yo sigo buscando lo sucedido anoche. Pero esta todo en blanco — si me estas escuchando?
— Si Ayla, te escucho perfectamente, pero podrias no gritar por favor? Llamaste a mi casa?— pregunto sin interés, ella niega, mejor, no quiero lidiar con ellos ahora—. Bien, pero creo que anoche fue la peor noche de mi vida— ella voltea los ojos y levanta una ceja—me fui con algún tipo extraño, el que nos salvo de esos gorilas y pues paso algo entre el y yo,pero no estoy segura de nada. Eso creo.— Le cuento todo y ella no me lo cree.
— Estas de broma, verdad?— exclamó incrédula
—Te parece que lo es? Necesito bañarme ahora, te cuento cuando salga—Inquiero y ella sonríe alqueando una ceja, es claro que esto la divierte .
Pase a la ducha y me deje llevar por las sensaciones reconfortante del agua tibia sobre mi piel, cuando ya me sentí limpia salgo y me visto con la ropa que Ayla tenía ya encima de la cama. La suerte que somos tallas iguales.
—Amiga me tienes preocupada, que fue lo que pasó?-- pregunta
–Ya te dije, no estoy segura del todo, pero creo que anoche me acoste con ese tipo.
–Pues ya era hora no?— le lanzó una almohada mientras la fulmino con la mirada — Bien, bien! Fue tan malo?
— Ese es el problema Ayla, no recuerdo nada de nada, es lo que te estoy explicando — le suelto y me dejó caer hacia atrás en la cama y me detengo a mirar hacia arriba —Creo que ese fulano me preparo la bebida, pero se que no acepte ninguna de sus bebidas, todo es un completo desastre. — le comento
—Wao, eso es…ese asqueroso borracho fue una espina en el trasero, la próxima vez le patearemos las bolas. Pero tu situación es un tanto…– si tampoco yo tengo palabras, pienso—vele el lado bueno, ya no eres una mojigata y seguro no fue tan malo— me dice sonriendo, a ella nada le molesta, siempre encuentra algo positivo en cada situación — en cuanto a ese tipo, existe la posibilidad que se la haya ingeniado de algun modo
—Jajajajajaja, si claro. — ironizo—. Pero de que sirve si no recuerdo nada de mí primera vez y menos recuerdo al sujeto. En fin esto es una mierda. — digo cansada
—Mejor, a veces es mejor no saberlo. Créeme.
—y tu que vas a saber si no te ha pasado— le pregunto aunque es obvio que esta molesta con Harold. — ¿discutieron?
Ella no niega lo que confirma mi sospecha.
—Cree que fue nuestra culpa lo que sucedió, dijo que mi vestido era muy provocativo.— me dice soltando un suspiro
—Machista de mierda. Tranquila ya vendrá arrodillado a ti, pero debes darle una lección abogada.
—Oh, créeme que lo haré— conociendo esa sonrisa maligna se que Harold la va a pasar muy mal. — como van las cosas con tu familia disfuncional— preguntó ya que anoche evadí todas sus preguntas. Me siento con las piernas cruzadas y la miro bajando la mirada.
—Pues peor que nunca— tomo un suspiro largo para relajar mi cuerpo, sigo tensa. —. Me quieren casar con algún fulano a quien no conozco. Firmaron un contrato sin mi consentimiento. — Ayla cree que bromeo, pues se sigue riendo hasta ver mi expresión.
—Estas bromeando! En pleno siglo XXI?— exclamó tan fuerte que posiblemente lo escuchó todo el personal de la casa.
— Cierto? Es absurdo que quieran que haga eso. Podrías dejar esto entre nosotras, Ayla? No vuelvas a gritar de esa forma. — sonríe y toma la misma posición que tengo a mi lado.
—No pueden obligarte Sophy, se volvieron locos? Y por qué no lo hace Valentina?— ven, por eso la amo. Pensamos igual.
—Exacto, porque no ella?— ambas nos reímos al saber esa respuesta, Ayla ha sido mi única confidente y sabe todo lo que he sufrido por esas arpías.
—No te dejes amiga. Si quieren salir de esa situación que le pidan a Valentina que lo haga ella.— me sugiere con una sonrisa burlona, mi hermana no le cae bien, nos hizo la vida miserable en el colegio, y en todas partes.
—No me dejaré, te lo aseguro. Voy a revisar ese contrato hasta con lupa para impunarlo y ayudar a papá, a pesar de todo es mi padre y lo amo, él solo ha sido manipulado por ellas dos. —. Ayla asiente y sostiene mis manos.
—Cuenta conmigo para ello. Y con papá, seguro que estará dispuesto a ayudar — dice sonriendo para que me sienta mejor. — Y quién es el tipo con el que planean casarte, vale la pena por lo menos?—. Cambia el tema de repente, sabía que no lo dejaría pasar. Sonrío de malas.
—Nada bueno amiga, quien le ha ofrecido ese contrato a mi padre es nada menos que… — me pesa decir ese nombre
—Anda ya Suéltalo, quien es? Seguro no está tan mal. — trata de animarme
—Dante Moretti— su nombre sale de mi boca como un susurro y la sonrisa de Ayla se desvanece al escuchar el nombre. Ambas sabemos…no, escuchamos quien es, temido y sin escrúpulos, capaz de todo al igual que su padre. Solo que nunca lo he visto ni en fotos, tampoco me he interesado.
—Esto es grave amiga, ese hombre no se anda con rodeos. Es un hombre sin escrúpulos, despiadado como su padre— dice con cierto temor y no la culpo. Es muy cierto todo sobre él y como abogadas sabemos que siempre se sale con las suyas.
—Encontraré algún error en el documento, a pesar de no soportar a mi hermana Valentina, tampoco dejaría que ella se casara con él.
—Pues deberías dejar que lo haga, ella no ha pensado en ti ni una sola vez en todo este tiempo— está enojada y yo por igual, pero siendo mi hermana no la puedo dejar a su suerte.
—Lo sé, pero mi conciencia no me dejaría conciliar el sueño. Sigue siendo mi hermana — Ayla está nerviosa y con razón, ese hombre es de lo peor que hay en esta ciudad.
— ¿Cuándo tendrás el documento?— pregunta interesada. Se que estará a mi lado para ayudarme a encontrar algo que lo impune.
—Se lo pediré a papá una vez más, espero que me lo entregue, le advertí que lo impunaría. No me voy a casar con ese sujeto ni ahora ni en miles de años.—. Le digo manteniendo mi voz firme. Encontraré una solución a cómo salvar la empresa que mi padre tanto anhela. Y así se olvidará por completo de ese ridículo contrato.
Pero no siempre todo sale como esperamos ¿verdad?