Habían pasado ya varios meses desde que supe que mi historia, esa que todos conocían tan bien, no era más que una historia de amor, más bien, era puro suspenso y problemas de corazones rotos. Una embarrada tras otra.
Las cosas aquí, no eran tan bonitas como en casa. ¿Aquí? Ya les explico.
Mientras seguía en mi proceso de especialización, me ofrecieron una beca para ir a estudiar en el extranjero, por "mi buen desempeño y actitud para liderazgo" puro relleno.
Al inicio, me encantaba la idea, pero mientras más lo analizaba, más descabellado sonaba. Esta pequeña decisión implicaba dejar mi hogar por un año, para ir a un país desconocido, pero ganar una de las experiencias más interesantes de mi vida y se volvía más interesante aún, cuando el destino de mis futuros estudios, se encontraba en la capital de Colombia... si, Colombia.
Me costó quizás unas 3 semanas poder tomar una decisión correcta, mientras más sentía que estaba bien, Abril me llenaba de incertidumbres... sus argumentos siempre eran los mismos. Ridículos, pero los mismos.
1. ¿Qué pasaría con nosotras? Ya no la amaba? Solo quería dejar todo lo que habíamos construido?
2. Colombia era un país demasiado peligroso.
3. ¿Por qué no pensaba en lo que le estaba haciendo a ella?
Al inicio, logró hacerme sentir muy mal, pero mientras los repetía una y otra vez, más me sonaba a disco rayado.
Ella creía que yo no la quería, pero si esa chica supiera lo mucho que la amaba, no estaría tan cansona conmigo.
Como le había repetido una tras otra vez, amaba con toda mi alma a Abril. Podía sonar a la frase más trillada, pero realmente era así. A veces, me ponía a pensar en la intensidad del amor que sentía por ella y era ilógico. Ni siquiera yo me amaba tanto a mi misma como a ella la amaba.
Como Abrir podía ser tan estúpida y egoísta para no sentir todo ese amor.
A veces, uno piensa que las cosas deberían ser más fáciles para uno, pero lo que más cuesta, es lo que más valor tiene en la vida.
Durante mucho tiempo analicé la opción de quedarme o irme. En serio quería hacerlo, pero en mi interior, algo me decía que no debía. Estaba muerta de miedo. No podía mentir y decir que todos los programas de televisión de alerta aeropuerto y Pablo Escobar no me daban miedo. ¡En serio me aterraba!
¿Colombia?¿México?
Me estaba volviendo loca.
Necesitaba a alguien con un punto de vista neutro que me ayudara a tomar una decisión correcta, porque Abril, no estaba ayudándome mucho que digamos
Mi cabeza no dejaba de dar vueltas... ¿y ahora...?