Mi cabeza y corazón estaban destruidos, no sabía cuál era la decisión más sabia.
Cuando Abril y yo discutimos el tema del intercambio más a fondo, la entendí. Ella tenía miedo. Igual que yo.
- Cualquier lugar menos Colombia- me pidió- es muy lejos.
Abril tenía un buen punto. Al menos, serían 3,500 km los que nos separarían. Es demasiado.
- Es una oportunidad increíble, Abril- decía intentando convencernos a ambas, porque al parecer, ni yo lo creía.
-Solo... piénsalo, no tomes una decisión a prisa- me pidió con sus ojitos llorosos.
-Vale- asentí y la atraje a mí para abrazarla.
Algo genial de nosotras era que a veces las palabras no eran necesarias. Bastaba escuchar el sonido casi irreconocible del respirar de la otra para saber que todo estaba bien.
No podría decir cuánto tiempo estuvimos allí, podrían haber pasado 10 minutos o 3 horas y para mi, era insuficiente el tiempo que mi cuerpo podría disfrutar tenerla así de cerca, así para desnudar nuestras almas y dejar a la vista nuestros miedos.
No dormí ese día, ni toda la semana anterior. Mi decisión se basaba en seguir a mi corazón o a mi mente. Y mi corazón iba ganando por dos puntos por el amor infinito que teníamos por Abril.
Pero... ¿qué pasaría si decido quedarme y a fin de cuentas las cosas con Abril no resultan? Me castigaría eternamente por haber perdido esa oportunidad.
En esos momentos, no estaba de ánimo para hablar con nadie. Mis compañeros de decisiones eran mi fiel r**a de café y un libro escogido al azar de mi pequeño estante casi abandonado.
El libro era bueno, pero era la típica novela romántica, con la trillada historia de los chicos que venían de lugares distintos, se conocen, se enamoran y viven felices.
Pensé en lo que Abrí en mi lugar escogería... y quizás, sin dudar, sería el intercambio, a pesar de que ella es la persona menos egocéntrica que he conocido. Pero vamos... había que ser un estupido para rechazar la oferta.
"Deja de darle vueltas y aceptalo" me dije a mi misma.
Quizás todo saldría bien, podía conservar el intercambio y a Abril.
Durante esta parte de mi vida, todo lo que me pasaba, tenía una canción de mi playlist que lo respalda.
En ese momento, decidí llamarlo "un año" exacto, ese de Sebastián Yatra.
Puede que pase un año más de una vez
Sin que te pueda ver
Pero el amor es más fuerte
(...)
Te esperaré porque el amor es más fuerte...
Ahora, mi intriga era esa... ¿Realmente el amor esperaba? O era solo algo que todos creíamos para sanar nuestros corazones...
¿Por qué esperar a alguien por tanto tiempo?
Conozco a Abril y sé de la hermosa entrega y fidelidad de esa chica, es algo que me vuelve loca. Puede coquetearle a la persona más guapa de la sala y ella sigue solo mirándome. Sabía que ella podría esperar. La duda era si ella quería hacerlo.
Colombia no era lo mejor en educación, para ser sinceros, no tenía nada que llamara mi atención lo suficiente, pero moría de ganas por tomar ese intercambio.... No iba a morir por esas ganas.
Lo tomaré. Solo era un año. ¿Qué tan complicado podría ser?