Narra Henry
Me desperté alrededor de la 1 pm. Mi pene estaba duro como una roca. Frote mi nariz en su cabello, empujé su trasero con mi pene.
—Henry—gimió ella.
Me di la vuelta sobre mi espalda, poniendo mis manos en mi cara. Recordé que no iba a tener ningún coño en el corto plazo. Saltando de la cama, corrí al baño, abrí la ducha y me paré bajo el agua caliente. Mi mano se deslizó arriba y abajo de mi pene, hasta que llegué. Ahora que he probado su coño, no estoy seguro de cuánto tiempo podría mantener mi pene fuera de él. Si no hubiera estado exhausto temprano esta mañana, le habría comido el coño otra vez. Joder, necesito vencer una vez más. La idea de lo bien que sabe me está matando. Echando mi cabeza hacia atrás acaricié mi pene continuamente. Un profundo gemido se escuchó.
Esc
