JARA Ciertamente todo era muy extraño, así como este horrible lugar en el que estábamos, Owen no quitaba la vista de la entrada que daba acceso a la siguiente barrera, pensaba que podían salir más demonios de allí. Donde estábamos ahora era un espacio muy rocoso, rocas muy altas, grandes, tan altas que veía imposible subir, otras pequeñas y algunas estaban cubiertas de algo extraño, quizás solo era sangre de demonio. Me entraba una duda, si esta era la primera barrera, ¿no debía de haber c*******s? —Los demonios no dejan nada.—Owen aclaró mi duda sin necesidad de que yo formulara la pregunta en voz alta. ¡¿No era eso increíble?! Mi piel se erizaba cuando pensaba en horas antes, cuando él besaba mi cuello y luego me mordía. Fue increíble y…me había excitado en gran manera. La a