Enith casi desvanece al ver la noticia que tenía frente a sus ojos ¿cómo era posible que una mujer le hiciera tanto daño a Elio por despecho de no ceder a sus caprichos? ¿acaso no le había bastado meterse con Aquiles durante su matrimonio con él, como para pretender que Elio la aceptaría de nuevo en su vida con los brazos abiertos? Lo estaba tomando por un hombre estúpido y eso enfurecía el alma de la chica, era un indicador de que era momento de actuar. — ¿Elio? ¿amor? ¿estás bien? —preguntó Enith era la décima vez que le preguntaba a su esposo, sintió un alivio como el agua fría a una quemadura cuando al fin recibió respuesta por parte de él, quien tenía el rostro pálido a causa de la conmoción de las palabras que su madre le había dicho. — No lo sé, Andrea, Andrea dijo que soy gay —