[Fernanda] — Ay, Sasha…— llamo su atención y ella me mira mientras está acostada a mi lado sobre la cama —es domingo en la mañana… ¿qué hacemos? — ella mira a la ventana y yo sigo su mirada —¿sabes algo? Tienes razón… el día está muy lindo como para quedarnos encerradas— nos levantamos al tiempo de la cama. Mientras desayunamos y de fondo escuchamos un poco de música que me hace cantar y bailar de forma chistosa, mientras la atenta mirada de Sasha me persigue por toda el lugar y de vez en cuando se une a mi canto con un aullido corto. Empieza a sonar mi teléfono y lo escucho, pero no lo encuentro por ningún lado —¡Sasha! ayúdame a buscarlo— al inicio me mira… la verdad es que parezco loca buscándolo por todo lado y ya después se va hacia la sala, pero preciso deja de sonar —a