Toda la semana me quedé con Fernanda, llamé a mis amigos y colegas de la empresa y les encargué que se ocuparan de todo. No pensaba dejar a Nana sola en mi apartamento y menos cuando me di cuenta de que, aunque tenía una buena actitud para seguir adelante, algunos ruidos la ponían nerviosa y muy alerta. A diario hablo con Martin para averiguar cómo va la investigación contra Damian Thompson, pero, aunque han tenido avances respecto a los negocios ilegales, de su paradero no se sabe absolutamente nada y eso me pone demasiado inquieto. Nana durante los tres primeros días, después del ataque, cada que me veía hablar por teléfono me preguntaba si había buenas noticias, pero cuando le contestaba, su cara cambiaba completamente y era tanto lo que la afectaba que decidió no fijarse más