—Claro, ahí estaré, salúdame a tu mamá. —dice Karina por teléfono al despedirse del contacto con quien hablaba.
Karina como Jimena ya se encontraban en el auto con Bruno, e iban por Josefina a su casa.
—Con ¿Quién hablabas? —pregunta Bruno al estar manejando, siendo que Karina está sentada a su lado como copiloto.
—Nancy.
—¿Cómo está?
—Bien, dice que antier llego.
Nancy es una amiga de ambos, que vive en Monterrey y que estudia.
—¿Que te dijo? —pregunta Bruno.
—Me dijo que será cumpleaños de su hermano Toño, que me invita.
—¿Cuándo?
—Mañana ¿Quieres venir? —pregunta Karina.
Estas semanas ninguno de los dos tiene trabajo, y son los días que aprovechan estar juntos e ir a todos lados.
—Yo igual. —dice Jimena al estar en medio de los dos.
—Tal vez mamá te deje ir.
Hablaban de eso, estaban cerca de llegar a la casa de Josefina a lo que se estaciona Bruno, Jimena baja para ir por su amiga, esperaron unos minutos.
—Karina, ya no está tu hermana, cuéntame sobre Alan.
—Sobre el imbécil, nos encontramos en malteadas Jessie.
—¿Por qué estabas ahí? —le pregunta Bruno.
—Me iba a ver con Tabita, pero como te decía, ella aun no llegaba, Alan solo llego y se sentó donde yo estaba, comenzó hablarme de cosas sin importancia para mí, es cuando empezó hablar de esa forma que sabes bien que no me agrada, fui lo más directa de que se fuera.
—Eso hizo que te enojaras.
—Después de lo pedante que se estaba comportando, que no podía hacerlo callar, me enojo a lo que le ha vente la malteada y solo me fui, pero a Tabita me la encontré en la puerta y fuimos a otro lado.
—Y no lo has visto de nuevo.
—No y ¿Tú?
—Tampoco, no los he visto desde esa vez que accidentalmente choque el auto.
—¿Cómo lo hiciste que tu mamá te dejara usarlo?
—Le dije que saldría contigo y tu hermana, sabes la confianza que mi mamá te tiene.
—Lo sé.
Siguieron hablando, hasta que Jimena y Josefina subieron al carro y Bruno solo arranco, dirigiéndose a la feria, su hermana viene hablando con su amiga mientras Bruno y Karina escuchan la plática, a lo que solo algunas miraditas y gestos que ambos saben lo que significa.
—Ya llegamos. —dice Bruno.
Todos bajan del auto y entran a la feria, al principio están todos juntos mirando y concursando en algunos juegos, para después se dé cuenta Jimena y Josefina, que sus otras amigas se encuentran saludándolas, a lo que se separan quedando de acuerdo de verse en el carro.
Mientras se encontraban jugando, lanzando canicas cada uno en su lugar, mientras reían y se medió molestaban, ganando algún juguete de plástico.
—Mira, ganaste unas figuras de luchadores.
—Y tu una bolsita de trastes de cocina.
—Sí y no sé lo que hare, tal vez se las de a mi prima pequeña ahora que la vea, y tú, porque creo que ya no juegas con eso.
—Tal vez sería un buen regalo para Toño.
—Menso como crees que eso sea para él, sí creo que cumple ya los 21 años.
—Esa edad cumple.
—No lo sé, solo lo imagino.
Bruno solo mueve la cabeza al decidir preguntar:
—¿Tienes hambre?
—Si.
Los dos se acercan a uno de los carritos de comida, al pedir unos hot dogs, para de ahí comprar unas sodas, siendo que ya habían jugado un poco con el tiro al blanco con los dardos, y repetidamente a las canicas, al igual que algo de comida a veces se topaban con Jimena y sus amigas.
—Crees Bruno que tu mamá te vuelva a prestar el auto. —le dice Karina.
—¿Por qué? —pregunta él.
—Mañana, ir a casa de Nancy.
—Claro se lo diré a mamá, sí, creo que me vuelva a prestar su auto.
—Así, mañana me vas a recoger.
—A ¿Qué hora es? —pregunta Bruno acabándose su banderilla, que hace algunos minutos ambos se compraron.
—Nancy me dijo que a las cuatro, pero pasa por mí eso de las tres y media, para así ir a la tienda de regalos.
Mientras hablaban sobre la tienda llegaron de repente su hermana y su amiga con otras chicas.
—Karina, podemos ir a dejar a Tania y Nadia a su casa. —dice Jimena.
Karina voltea a ver a Bruno que solo mueve la cabeza aceptando.
—Si.
—Nos vamos. —contesta su hermana.
A lo que Karina checa su reloj, al darse cuenta que están por dar casi darán las diez.
—Si ya van a dar las diez, es mejor que volvamos a casa.
Todos están de acuerdo a lo que salen de la feria, volviendo hacia donde había dejado Bruno el coche, todas sube, dejan primero a Tania, después a Nadia, ya al final a Josefina.
—Me avisas si tu mamá te vuelve a prestar el carro. —le dice Karina antes de despedirse.
—Sí, yo te aviso.
Karina solo asiente y su hermana como ella se despiden de Bruno, volviendo a la casa.
—Ya llegaron ¿Cómo les fue? —pregunta su mamá una señora alta, bonita y de unos hermosos ojos avellanas.
—Bien mamá. —responde Karina.
Pero Jimena la mira insistentemente, al principio Karina no entiende, sigue hablando con su mamá mostrando los juguetes que gano, al contarle también sobre los que Bruno gano, en eso le dice Karina.
—Me llamo Nancy, y me invito al cumpleaños de su hermano Toño, y Bruno vendrá conmigo.
—Está bien.
—Y me llevare a Jimena.
—A ¿Qué hora es? —pregunta su mamá.
—A las cuatro, pero le dije a Bruno irnos a las tres y media, para así pasar a la tienda de regalos.
—Pero, no tienes alguna de esas cosas que guardas para de ahí que sea un regalo.
—Ya no mamá, debo comprar algo sencillo.
En eso su mamá le da algunas ideas para regalar.
—Tal vez, ya si no me voy a lo básico, una taza.
Mientras continuaban hablando, igual su hermana decía algunas ideas, cuando suena el teléfono de Karina al darse cuenta que es Bruno.
—Espera mamá es Bruno, es que le dije que si su mamá le presta de nuevo el carro. —dice ella al contestar y volviendo a saludar a Bruno.
—Karina mi mamá dijo que si, entonces paso por ustedes a las tres y media.
Karina asiente al mirar a su mamá de que le presto el auto.
—Genial, entonces mañana nos vemos. —le dice Karina.
Ambos se despiden y ella solo cuelga.
—Su mamá si le presto el carro.
Continuaron hablando cuando les dice que, si quieren cenar algo, que ambas niegan al ser que ya habían comido, y sin olvidar a su mamá le habían traído comida de la feria, con una gelatina de las que le gustan a ella.
Ya después más tarde se desearon las buenas noches, al ir cada quien a su cuarto.
Karina se encuentra acostada a la cama mirando su celular, mientras checa sus r************* y mira uno que otro video, cuando encuentra uno sobre infidelidad, sobre el chico disfrazado de payaso, al ver a su novia con otro chico para al final terminan y solo apaga su móvil.
Al día siguiente temprano, Karina baja a desayunar, su hermana Jimena aun dormía solo se encontraba platicando con su mamá, para de ahí ir a su habitación de nuevo y tender su cama entre otras cosas, para después ayudar a su madre.
La mañana del domingo estuvo sin ninguna novedad, Karina se encontraba frente a su computadora, continuando viendo sus r************* y escuchando música, aunque en ocasiones su madre las llamaba para que la ayudaran.
—Mamá, nos vamos, Bruno llego. —dice fuerte Karina.
Su mamá baja.
—Sí, vayan con cuidado.
Las dos se despidieron de su mamá ya arregladas para ir directo a la fiesta, sube al carro, saludan ambas a Bruno a lo que él maneja para ir a la tienda de regalos.
Se encuentra mirando las cosas tanto Bruno como Karina, eligiendo alguno que les guste regalar, en cambio, también compran una que otra cosa para ellas, siguen en la tienda.
—¿Qué piensas comprarle? —pregunta Bruno a su amiga.
—No sé, le decía a mi mamá ayer que le regalaría una taza.
—Eso sería lo tradicional, aunque no sabemos si le agrada beber café, que te parece una cámara instantánea.
—No es un amigo tan querido, es el hermano de mi amiga, debe ser sencillo, tal vez básico.
—Porque no unos zapatos.
—No sé su talla Bruno, y no le preguntaría a Nancy, no tengo la confianza, pero bueno, como este, una caja de chocolate o esa taza de superhéroe con algunos dulces.
Ahora se encuentran en la caja pagando cada quien sus cosas que compraron, para volver al estacionamiento y subir al coche, dirigiéndose a la casa de Nancy, no tardaron en llegar.
Saludaron tanto a Nancy y a algunos amigos que vieron, como también al festejado, continuaban llegando los invitados.
—¿Cómo estas Karina? —pregunta su amiga Nancy, una chica no muy alta, de cabello corto castaño cobrizo y con ojos color claros.
Ambas bebían de sus vasos de soda.
—Bien, pero dime tu que tal tu trabajo, ahora que eres enfermera.
—Bien, ocupado con los diferentes pacientes.
—Es bueno que ya hayas tenido vacaciones.
—Serán algunas semanas, porque debo volver.
—Claro.
En eso que Karina continúa platicando con Nancy, se da cuenta que Bruno habla con algunos de los invitados.
—No, ahorita no estoy trabajando, pero si lo busco en algún lado.
—Pues tú le entras a todo Kari.
Karina sonríe y toma de su vaso, aún se encontraban llegando invitados.
—Yo quería contratar a un payaso, pero Toño no quiso.
Ella solo mueve la cabeza.
—Cómo crees, mira la edad que cumple.
Nancy ríe, en eso llegan algunas amigas de Nancy que se unen a la plática, sentándose con ellas al presentar ella a Karina, en cambio ya algunas de ellas conocían a Kari.
—Hace rato te vi en la tienda de regalos, ibas con un chico.
—A sí Gabriela, no te vi y eso que soy bien despistada.
Continúa hablando con Gabriela, que la conoce una vez que Karina trabajaba en una tienda de moda, que ambas eran compañeras y que ambas ya se conocían por Nancy.
—Karina, ven te voy a presentar a unos amigos. —dijo Nancy.
—Claro.
Ambas se levantaron dejando a las otras chicas hablando, mientras Karina va con Nancy.