VISIÓN DE CONJUNTO
Había ido a correr en cuanto se hizo de día.
Cuando te despiertas la mente todavía está confusa, la boca pastosa, como las ideas. Era necesario reiniciarse y el amanecer lluvioso apareció mientras corría.
El mar oscuro me producía ansiedad. En el fondo, con respecto a una mañana soleada, sólo cambiaba la luz. El resto era idéntico. Y sin embargo, bastaba para marcar la diferencia entre un escenario que producía alegría y otro que producía tristeza.
Quizás era esto lo que Lara intentaba explicarme. Con una víctima, es como si alguien le atenuase la luz. Y de este modo las cosas que antes te daban fuerza acababan por oprimirte el alma.
Conseguí descargar la mente sólo en parte. Las preguntas seguían apareciendo, esperando una respuesta. Se iban, pero volvían siempre.
