Verme de la mano con ella en este negocio de muebles, me hace acordar a cuando amueblamos nuestra primera casa con Bianca y yo estaba completamente ilusionado porque íbamos a empezar nuestra vida juntos. Tenía aquel sueño tonto de que a los pocos años íbamos a estar buscando muebles para niños ya que según mis planes seriamos padres a los pocos años de casarnos. Evidentemente las cosas no fueron así y todo eso quedo precisamente en un sueño sin cumplir. —¿Te gusta ese juego de sala?— Me pregunta Ainara señalándome unos sofás preciosos color gris claro. —Son muy lindos— Afirmo y ella me tira del brazo tal y como si fuera una niña pequeña que trata de llevar a su papá a una parte y me acerca a los sofás. —Ven, probémoslos— Propone y hace que nos sentemos en ellos —¿Cómodos? ¿No?— Pregunt