(Un par de horas después) —¿Cómo sabías que tenía una esguince?— Me pregunta mientras que la ayudo a entrar a la casa después de algunas largas horas en el hospital. —Digamos que ya pasé por eso un par de veces, así que sé distinguir una esguince— Admito y sonríe. —Eres toda una caja de sorpresas ¿eh?— Bromea en tanto la ayudo a sentarse en el sofá. —Puede ser… y perdona si no te llevo a mi departamento, pero es que todavía no tengo muebles y puede resultar muy incómodo— Me justifico y voy dejando su bolso sobre el otro sofá. Me vuelvo a acercar a ella y me agacho enfrente suyo con la intención de ayudarla a recostarse, pero ella me detiene —A mí no me molesta tenerte aquí en casa— Explica y le sonrió. —Eso es bueno… solo quería aclarar esto para que no pienses que no me interesa lle