Capítulo 3

3222 Words
—Tengo algo que contarte.. por favor no grites. — Esta bien — asiente. — Mama quiere que me casé — abrió sus ojos como platos. — ¡PUTAAAA!.. — dicho y hecho, gritó, después reaccionó y tapo su boca.— Lo siento. — Olvídalo. en fin, quiere tapar 'mi falta' ¿Puedes creerlo?, Cómo si yo tuviese la culpa de que me hubiesen violado. — No me parece bueno lo que hace tu mamá, ¿Acaso ella no te quiere? Eso es algo tan horroroso, casarte y estar con alguien a quien no quieres.. Por fin alguien que me entiende. — Lo sé, pero bueno, como que se le ha pasado la idea, hoy amaneció de buen carácter. — Por lo menos — dice y de su bolsillo saca un par de fotografías mías. — ¿Qué tal? — me las entrego y me maraville al verlas. Son geniales, definitivamente este mujer es una genio con esa cámara. — ¡Están increíbles! ¡Muchas gracias, Ariana! — ella ríe y besa mi mejilla. — Y ahora te dejo, por qué tengo que terminar algunos detalles del salón — asentí y nos despedimos. — Y yo tengo que ayudar para la cena del viernes— mencionó aburrida. — Joder solo quedan dos días, ¿Estás nerviosa? — me mira pícara. — No es lo que piensas, joder son mis primos, ¿Estás loca? — ríe estruendosa para luego marcharse. Me dirigí a la cocina y ahí estaba mamá dando órdenes sobre la comida. — Quiero que pongan la vajilla italiana — mamá cómo siempre de emocionada, al fijarse que estuve allí me sonrió y me hizo una seña para que me acercara. — Hija que vajilla prefieres ¿Italiana o la Suiza? — dice mostrándome ambos platos. — Mama la italiana es mucho más bonita y elegante. —Definitivamente tienes mis gustos — dice riendo, si los tengo pero algo más sencillo, menos extravagante. — Quiero que de entrada repartan el champán y en la comida repartan el vino tinto que trajeron también de Italia, es exquisito y es usual para la ocasión. Dios mío mamá y sus excentricidades, salí de cocina y subí a mi habitación. ¿Cómo serán mis primos?, ¿En verdad son tan groseros como dicen? o también ¿Son tan guapos como dicen? Dios mío que clase de preguntas hago, son mis primos. A mi no me ha ido mal en el amor por qué nunca me he enamorado, aún no quiero dar el todo por la persona que más adelante quizás y conozca. Esa noche tengo que deslumbrar y demostrarle a mis primos que no soy una chica hueca a la que pueden tratar mal a su antojo. Estoy agotada, mamá me ha puesto a leer muchas recetas, Dios mío esto es estresante, es bueno que la familia visite pero ni que fuera el presidente. Después de escoger los omelette para la cena por fin puedo ir a dormir. Al siguiente, quedé en ir con Ariana a correr, comemos toda clase de comida chatarra pero también ahí que estar saludables. Me detengo a tomar agua y a recuperar el aliento. Madre mía, tenía días que no hacía esto. — Vamos, has descansado dos veces, eso es mucho.. por ahora — dice Ariana sonriente estirando un poco las piernas, a ella se le da más la gimnasia que a mi. Maldita. — Eres una mala amiga. — Tienes que tener ese cuerpo relajado para la tensión de mañana — me recuerda, y a decir verdad tenía razón. No espero a que yo respondiera y salió a correr en dirección a mi casa. Joder.. apenas llegué me siento y de allí no me levanta nadie. Tal y como dije de este sillón no me levanta nadie. — Hola chicas — saluda mi madre mientras toma su cartera en el perchero. — Hola señora Elena — la saluda Ariana. — Hola mamá, ¿A donde vas? — Voy a salir con tu padre, regresamos en una o dos horas — dice para después desaparecer por la puerta. — El chico que conocí me invitó a salir — dice Ariana minutos después, la mire con el cejo fruncido y negué.— ¿Que? Esta bueno el tipo. — Si, si como sea, yo voy a darme un baño y luego miro que hacer, ¿Te llamo más tarde? — dije y ella asiente yéndose casi a carrera. — Claro que sí, adiós — nos despedimos de beso. A duras penas me tocó caminar hasta la habitación, no sentía mis piernas, pero pues ya que.. Después de darme una ducha entre a mis r************* , me picaba la curiosidad por saber cómo era Christian ahora. Teclee Christian Luján y de inmediato toda la información necesaria y fotos de él aparecieron. — Veamos cómo estás ahora querido primo — dije para mí misma dándole click a la opción en fotos. Aparecieron Miles de fotos, unas de el frente a su banco en una rueda de prensa, otras son sección fotográficas, otras son de él con muchas mujeres diferentes, así que es todo un mujeriego, se ve tan guapo. Aunque en las fotos se ve guapo quizás en persona más, por dios Laura que cosas dices ¡Es tu primo! Solté un fuerte suspiro y cerré la computadora. Mañana será un día bastante largo y demasiado desagradable también. Al cabo de unos minutos me quedé profundamente dormida. ••• Al despertar siento como me están zarandeando, abro los ojos y me encuentro con Nana. — Niña Laura, sus papás la esperan para cenar — Nana me despierta y me mira riendo.— Eres toda una perezosa mi niña. — Ya voy Nana, voy a cambiarme — asiente. Después de cambiarme, bajé y allí estaban mis padres conversando animadamente. — Laura, hija mía — saluda papá al verme llegar. — Hola papá — beso su mejilla, al igual que la de mamá, me senté y de inmediato empece a comer, tenía hambre. — Permiso, señora Elena, la llama su hermano, el señor Chris — nana apareció con el teléfono en la mano y mamá sin dudarlo lo tomo y contesto. — Estamos muy bien querido hermano, ansiosos por verlos. Bufé en voz baja, ella sola es quien está contenta, no es que odie a mis tíos pero es que ellos en verdad se pasan. — Por supuesto, les tenemos una cena exquisita para recibirlos cómo se merecen — dijo mamá riendo junto con mi padre.— Oh claro aquí están, lo pondré en altavoz. No, no, no...mamá puso el teléfono en altavoz y se oía a mi tía al fondo gritando y diciendo no se que cosas. — Emilio, ¿Cómo estás? ¿Cómo está la princesa de la casa? — dice mi tío muy emocionado. — Hola Chris, estamos muy bien gracias, emocionados por su llegada — responde papá después de beber de su copa. — Y nosotros más contentos que nunca, ¿Dónde esta Laura? — Aquí estoy, hola tío, ¿Cómo te va? — de nuevo el escándalo al fondo. Entonces dijo que estaba bien y luego me preguntó cómo estaba yo.— Muy bien tío, contenta que ya mañana los tenemos aquí — menciono nerviosa, y no porqué. — Salúdame a esa hermosura Chris, debe estar preciosa — de nuevo mi tía gritó que hasta nosotros nos asustamos y luego soltamos unas carcajadas, mi tío le respondió con un está bien, pero yo ya escuché todo.— Chicos saluden a su prima, ¿Están ahí al lado de su padre y no van a saludar? — mis mejillas se tornaron rojas y me eché a reír. — Hola tía, soy Christopher, mañana espero que me prepares un buen banquete y.. — se escucho un bufido de parte de otra persona y un golpe.— Auch...¿Qué te pasa Christian? Déjame hablar.. — Christopher aclaro su garganta y siguió hablando.— Como les decía, mañana nos vemos, estoy ansioso por verlos y ya me voy, apenas empacare mis maletas. mis padres y yo soltamos unas carcajadas y casi nos orinamos de la risa por culpa de Christopher, él si que es chistoso, el que no ha hablado es Christian y se me hace extraño ese más hablar no puede y divulgar de su éxito en los negocios y toda ese rollo. — Saluda a tus tíos, Christian — la voz de mi tío fue sería y firme. — Hola — su tono de voz me hace temblar, y me eriza el cuerpo entero de manera muy extraña. Me reprendo internamente, sin embargo los nervios no me abandonan. Que hombre más seco en esta vida. Papá mamá y yo nos miramos y de inmediato alzamos las cejas, a este no le interesa su familia, ni siquiera para saludar sirve. Mamá quitó el altavoz y siguió hablando con ellos, yo apenas cene me fui a mi habitación a descansar. ••• Christian El voleo en mi trabajo es infernal, necesito un respiro bien merecido, he estado pensando irme a mi casa en la florida y verme con Angela, una chica que siempre esta dispuesta a desestresarme de la mejor manera. Agradezco de que soy alguien ordenado y ya tengo mis papeleos listos para por fin mañana quedarme en casa todo el día. Extraño tanto ver a mis padres, incluso al loco de mi hermano. Mi familia ha hecho de mi un hombre independiente, responsable, pulcro, y sobre todo de cuidar estrictamente el apellido Luján. soy dueño del Chrbank, como también soy accionista en muchas empresas, soy el pes gordo de la prensa y doy mucho de que hablar, a veces suelo ser un poco excéntrico, sin embargo me gusta, me encanta ver como soy el centro de atención, adoro que hablen maravillas de mi y de mi trabajo. Soy una persona seca con los que no están en mi nivel, lo se, a veces me paso, pero de igual forma soy el jefe y siempre me doy mi lugar. me encanta divulgar que soy un as en los negocios, me encanta presumir ¿y por que no? me ha costado toda mi vida y por mis propios medios, mis padres están orgullosos de mi y no necesito nada mas. Después de que la bolsa en mi banco crece cada día mas me enorgullezco de mi mismo. Al principio fue duro, ni siquiera dormía, y he logrado demasiado por mucho esmero y pasión por lo que hago. termino todo el papeleo y salgo de la oficina. Alicia, mi secretaria me mira de reojo y noto como muerde su labio, es simple, llevo mi saco desbotonado, no llevo corbata y tengo un poco la camisa desabotonada, eso le encanta a las mujeres, Christian Luján vuelve loca a las mujeres. paso por toda la empresa, noto como me miran, me encanta esa sensación. Alexis mi escolta personal y mano derecha aparece frente a mi. — ¿Todo listo, Christian? — cuestiona abriéndome la puerta del auto en la parte trasera, asentí y me subí. en el trayecto hasta mi casa fue silencioso, Alexis puso algo de música, gracias a Dios tenemos los mismos gustos, tengo que tomarme un respiro el banco me agobia mucho. saque mi celular del saco y envió un mensaje a Nati, es una dama de compañía, es guapa y muy buena en la cama, no acostumbro a dormir dos veces con la misma mujer pero ella me saca toda la tensión que acumulo día tras día y sabe cómo hacermelo, además de que es la única y para su suerte es bastante afortunada. Alexis frena el auto de golpe y de inmediato me percato que un coche se ha atravesado y casi nos ha chocado. — ¡Pero que imbécil! — protesta molesto. — Calma Alexis, seguro ha sido un borracho — este bufa aun con su entrecejo fruncido. Cerca de mi barrio hay muchos locales de bares, y muchos antros. — Antes de que se me olvide, tu madre te ha estado llamando y no le has cogido el celular — dice mirándome por el retrovisor, lo mire y fruncí mi entrecejo, mire mi celular y de inmediato aparecieron las llamadas perdidas de mi madre. ¿paso algo?, espero que no. — Estaba sin cobertura, seguro. ¿Paso algo? asintió. — La señora Sofía te manda a comunicar que en dos días se irán a Houston a visitar a tus tíos — ambos nos miramos y sabíamos que esa no era buena idea para mi, ¿Por qué ahora?.— Calma Christian, sabrás sobrellevarlo, eres inteligente, y sabes que limites puedes cruzar y que no. maldición, esto no podía ser cierto ¿por qué ahora se le ocurren estas locuras a mi madre? si supiera el mal que me hace. — Se que si la veo no me contengo. ¿Qué hago, Alexis? ¿Y si no voy y me excuso con el banco? — de inmediato negó, ambos sabemos que no puedo negarme a una petición de mi madre, se pone intensa y sentimental. — Como sea tienes que ir, deberías agradecer que con el papeleo que hiciste puedes perderte del banco un par de días, incluso te he ayudado con ello también, podrías ausentarte por mínimo 2 semanas — lo mire y solté un bufido, tengo que buscar la manera de no ir a Houston, no puedo ir. — Ahora puedo decir que te odio, Alexis no puedo ir, tu muy bien sabes por que. Me estaría torturando — menciono frustrado por ese viaje, Alexis negó y luego puso en marcha el auto. — No te le acerques y ya, ahí tienes la solución — dice cómo si fuera lo más fácil del mundo, rápidamente niego, eso jamás, es que de solo verla hasta me lanzaría abrazarla. — Sabes que no podría. ¿Cómo estará ahora?, seguro que mucho mas hermosa que antes — digo recordándola la última vez que la vi, tenía unos 15 o 16 cosa que me hace sonreír. ahora mas que nunca necesito liberar tensión, olvidarme de la mujer que me ha atrapado por completo con tan solo 11 años, estoy loco, lo se, e incluso me siento enfermo pero no puedo evitarlo. Alexis es la única persona en este planeta tierra a quien le confiaría todos mis secretos, y es la única persona en el mundo que sabe mi amor por ella. — Si aquí pareces un loco tratando de imaginarla, allá estarás peor cuando la veas — tiene razón, me volveré loco. — Cuántos años tendrá ahora? — pregunte mientras Alexis me abría la puerta, ya hemos llegado, al fin. este me mira y suelta una carcajada. — Vaya que estas bien loco, imagino que tendrá 17 o 18 — respondió mientras nos adentramos a mi casa. — Joder, ¿Te imaginas?, seria la gloria volverla a ver — dije después de sentarme en mi enorme sillón n***o, Alexis se dirigió al mini bar que esta en la sala, sirvió dos whiskys luego se dirigió hacia mi, entregándome un vaso para después sentarse frente a mí, bebo el whisky lentamente con su mirada muy observadora, detallando mis movimientos y expresiones. Sé de sobra cuan puede afectarme y el daño colateral que desataría ¿valdrá la pena arriesgarme? Ni yo mismo lo sé, pero deseaba tanto sentirla, verla, convivir con ella y conocerla más a fondo, muy a fondo. — De ahora te digo que no estas en condiciones para ir hasta allá, ¿Y si la asustas?, por lo que he oído Laura es una mujer muy inteligente y sobre todo se da su lugar — dice de la nada captando mi atención, mis manos de inmediato se hicieron puño, odiaría que Laura estuviese ya con alguien. estrelle el vaso contra el piso e hice sobresaltar a Alexis. — ¡Joder, Christian! ¡olvídate de Laura! — demanda, a lo que yo gruño en respuesta, jamás la dejaría, eso nunca.— Ella es tu prima, olvídala, Christian. Mi prima, mi maldita prima. tenia tanta rabia, quería matar a alguien, a veces quisiera no haber puesto mis ojos en mi propia prima, pero no puedo engañarme, la quiero y no puedo nadar contra corriente. Mucho tiempo me negué a que pudiera existir la maldita posibilidad de quererla, pero no podía negarlo, ya me había cautivado, incluso aun teniendo 11 años era preciosa, me sonreía de una manera única, yo trate de apartarla pero ella era tan dulce que no podía hacer nada. Nuevamente intente olvidarla pero no pude, la tenia clavada y todos los días su rostro se reproducía en mi cabeza y reinaba en mi mente las 24 horas del día. Un poco tiempo después me hice a la idea que no debí haberme fijado en ella, primero por que somos familia, segundo la perjudicaría a ella y a mi igual, por nuestros padres, y por último y lo peor de todo, ella seguro me rechazaría. Alexis ha estado siempre al pendiente de mi, trabaja para mi desde hace 5 años y ha sido un excelente amigo y sobre todo buen guardaespaldas. Mi vida es un caos, es un agujero, un mundo oscuro y sin amor alguno pero cuando la vi, todo cambio. Nunca me he interesado por nadie mas que por ella, mi dulce Laura, es la única mujer que me pone el mundo patas arriba, desde que era una niña la ame, con locura, suena loco, pero hay una razón mucho mas allá de quererla y no creo poder aguantarme teniéndola tan cerca. mama volvió a llamarme y dijo que me quería en su casa de inmediato, cuando fui allá me puso al tanto de todo hasta me mostró una foto de Laura, mi corazón casi se me sale del pecho al verla tan despampanante y guapísima. — Emilio, ¿Cómo estas? ¿Cómo esta la princesa de la casa? — dice mi padre con una sonrisa, al mencionarla no pude evitar sonreír igual, mi madre estaba como loca gritando. — Hola Chris, estamos muy bien gracias, emocionados por su llegada — responde mi tío y la verdad se le escuchaba feliz. — Y nosotros más contentos que nunca, ¿Dónde esta Laura? — con tan solo mencionar su nombre me da de todo. — Aquí estoy, hola tío, ¿Cómo te va? — mi pulso se acelero al igual que mi corazón. Es ella, hasta su voz es preciosa, mi madre grito emocionada. — Salúdame a esa hermosura Chris, debe estar preciosa — de nuevo mi madre gritó que hasta mis pobres tíos debieron asustarse, luego rieron y mi padre respondió un está bien.— Chicos saluden a su prima, ¿Están ahí al lado de su padre y no van a saludar? — grito mama con el entrecejo fruncido, me sobre salte y me aleje un poco de allí. Mamá me mira amenazante y si no saludaba es capaz y me hacia pasar vergüenza. — Saluda a tus tíos, Christian — dice mi padre sacándome de mis pensamientos, joder Christian, dí algo. — Hola — digo sin mas y aleje por completo de allí, necesito liberar tensión. Alexis me recogió y nos dirigimos a casa. Tiempo después se marcho y ya tenia planeado que hacer. tiempo después Alexis se fue y Nati vino a mis ordenes.
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