CAPÍTULO ONCE Thor abrió los ojos y sintió una alegría y paz como no había tenido en mucho tiempo. Se sentía descansado, rejuvenecido, y estaba acostado de espalda sobre el suave y lujoso pasto, mientras la brisa fresca acariciaba su rostro. Se sentó y miró alrededor, preguntándose si esto era un sueño. La luz temprana de la mañana se esparcía por el desierto, iluminando el oasis en el que Thor estaba. Lentamente, recordó todo. Su sueño, a su madre, el ver a Argon, y después haber despertado y encontrado a ese hombre, el habitante del desierto, que los trajo aquí. Había estado perdiendo y recuperando la conciencia, e inmediatamente miró a su alrededor, asegurándose de que los otros estuvieran con él. Suspiró aliviado al ver que lo estaban. Todos estaban cómodamente acostados sobre la hi