- Te dije que no deseo saber nada de lo que sucede en ese lugar ¿Por qué te empeñas en seguir trayéndome noticias? ¿Acaso no ha quedado claro que no me interesa?, deja de confiar tanto en los años que llevas a mi lado Andrew, porque si sigues este camino terminaras donde están todos los demás.
Su dedo índice señalo la nieve que yacía cubriendo el pasto del jardín, el guardia no tuvo que preguntar a que se refería pues sabia de primera mano de lo que hablaba, ese era el paradero de los que estaban a medio camino de conocer al altísimo o al diablo en el bosque. La enorme mansión principal estaba ubicada a la salía de Moscú por lo que su dominio conectaba con una gran porción de bosque el cual era el hogar de más de un animal salvaje, el ruso era amante de las fieras que sin duda alguna ellas eran su forma favorita de matar, no solo porque es fascinante ver como destrozaban a un se humano sino por el miedo que infringían en las personas que eran lanzadas a eso bosque y terminaban siendo asechadas por los aterradores ojos de los animales carnívoros que allí vivían.
El Capo se levanto violentamente de la mesa y dejo de lado la cena para salir como una bestia del comedor, Andrew había arruinado su cena, el hombre solo había mencionado que Regina italiana estaba bajo un descontrol total y ahora estaba dominando bajo la fuerza bruta y la intimidación, creyó que era buena idea mencionarlo apara que su señor viera que no solo era él quien estaba sumergido en sus propios sentimientos y se negaba por completo a continuar con lo que en algún momento habían tenido.
Maldecía con todas sus fuerzas el día en el que todo eso paso, de hecho hasta para él era complicado tratar de explicar todo lo que había sucedido, en un segundo todo se vino abajo y lo que en algún momento fueron los planes de su señor y la regina se vinieron abajo casi tan rápido como habían empezado, no los culpaba a ninguno de los dos, ambos habían perdido y de hecho si colocaban todo en una balanza ella había perdido mucho más, Montserrat solo le pidió algo y él se había comprometido a dárselo a encargarse de ello y él o bueno mas bien sus hombres no habían estado a la altura del trabajo dejando cabos sueltos que terminaron por pasar una enorme factura.
Una bala solo eso fue necesario para que todo lo que ambos tenían se rompiera, ella lo culpo a él y él se sintió ofendido ante todas las ofensas que ella había lanzado en su contra, ahora era como si fuesen dos completos desconocidos que no toleraban ni mirarse de lejos. Los negocios, las amistades, todo lo que en algún momento habían conseguido juntos termino yéndose por la borda porque ninguno de los dos daba su brazo a torcer.
En la soledad de su habitación Alexei termino por romper varias de las cosas que se encontraban en el baño, estaba desesperado, agotado y casi al borde del colapso mental, su sola mención lo descolocaba, odiaba que su guardia se la recordara, ya tenía suficiente con todo el dolor que en algún momento había sentido por no tenerla por su maldito error, debía haberla matado con sus propias manos, de haberlo hecho no estaría en esa maldita situación. Ya había pasado un año, pero dolía como aun fuese el mismo día en el que ambos se repudiaron y terminaron tomando caminos completamente separados.
En su desesperación termino por sacar una de las botellas de vodka que guardaba en su mesa de noche y comenzó a beber, a beber tratando de converserse así mismo que ya no la amaba, jurándose que mataría a Andrew si la volvía a mencionar, quería que su mente se diera por vencida y no la pensara más, pero el alcohol solo lo hizo recordar con mayor ímpetu que ella seguía clavada en su corazón, si hubiese querido matar a su hombre de confianza lo hubiese hecho, pero agradecía de cierta forma que la mencionara, que le dijera lo que ella hacia y con quien estaba, al menos aunque fuese de esa forma sabia que ella al igual que él no había vuelto a ver a nadie.
- Mne khotelos' by proklyast' tot chas, v kotoryy ya polyubil tebya, mne khotelos' by skazat', chto ya sozhaleyu o tom, chto lyublyu tebya, i chto ya khochu lish' videt' tebya mertvym. Ty tak vlezla v moyu dushu, chto ya ne ponimayu, ne znayu, za chto ya tebya lyublyu, no klyanus', chto yesli ty budesh' s drugim muzhchinoy, ya ub'yu vas oboikh (Quisiera maldecir la hora en que me enamoré de ti, quisiera decir que me arrepiento de amarte, y que sólo quiero verte muerta. Te has metido tanto en mi alma que no lo entiendo, no sé por qué te amo, pero te juro que, si estás con otro hombre, los mato a los dos)
- Allora ti aspetterò (Entonces te estaré esperando)
En medio de su borrachera la había llamado, lo había hecho como muchas noches atrás en las que de igual forma había contestado para escuchar su voz y tener presente que aun la amaba, era un gusto culposo el saber que al igual que ella sufría, que no estaba sumergida sola en esa maldita pena que la estaba ahogando, sabia que si el día de mañana decidiera volver con él nadie se lo reprocharía, nadie tendría la valentía de decirle si estaba o no cometiendo un error, pero su orgullo le impedía volver al pasado y recuperar un amor que le había traído más dolor que felicidad.
Ella también estaba ebria, tanto que no se dio cuenta que a sus espaldas estaba alguien escuchándola, por primera vez en años La Regina lloraba, lo hacía con un sollozo enorme y mostrando el dolor que sentía su alma y su corazón, el amor que sentía por él era tan grande que la sobrepasaba, se quebró tanto que quien la escucho hablar corrió a socorrerla y levantarla del suelo, estaba dándose por vencida, estaba cayendo y ya no importaba cuanto tratara de ocultarlo ella estaba enamora.
- Non ce la faccio più, voglio solo toglierlo dal mio cuore e farlo sparire. Per favore, fallo uscire dalla mia vita (No puedo más, solo quiero sacarlo de mi corazón y hacerlo desaparecer. Por favor sácalo de mi vida)
Todo lo que dijo fue entrecortado por su voz taciturna debido al llanto sus lágrimas, estaban cayendo como cascadas e inundaban su rostro como cual océano desbordado, el dolor y la presión la habían consumido y ahora no quedaba más que un leve rastro del poco tacto y compasión que tenía, todo ese dolor la habían convertido en lo que todos incluso ella misma habían anhelado que fuese algún día, pero ahora que lo era los que habían deseado que fuese de ese modo se arrepentían, ella era una mujer fría, una que incluso olvido códigos y desafío leyes que no debía con tal de una venganza que estaba consumiendo a la Toscana.