Jay había terminado, nuevamente, de dejar las prendas de Emma a un lado de la fogata, para que no corrieran riesgo de incendiarse. —Supongo que podría ser peor.— Susurra ante el invento que había echo con el fuego a su alrededor. Deseaba que los encontrarán, no específicamente porque él se encontraba mal respecto a la supervivencia, sino porque sabía que la que la estaba pasando terriblemente mal era Emma. Ël podía tolerar aquella vida por unos meses, teniendo en cuenta que era imposible que no pudiera dar con ellos. No tenía idea de a dónde los había llevado la marea, estaba más que seguro de que tampoco el océanos era tan extenso cómo para que las aeronaves o aviones no pudieran adentrarse hacia dónde se encontraban. —Si, puede ser peor.— Sonríe con esperanza. Era cómo un retiro es