Jay, angustiado, obvserva con detenimiento a su alrededor, no hace más que evaluar cuáles son sus posibilidades. Emma se sigue recuperando de la subida. No hace más que estar recostada en el suelo con sus brazos sobre su pecho, agotada suspirando y recuperando el aire que intenta llegar a sus pulmones de manera real. —Estás demasiado pensativo.— Murmura. A pesar de que le cuesta respirar y no pudo recomponer su aliento, no puede dejar de mencionar aquello. Tampoco podía dejar de estar al pendiente de cada movimiento que hacía Jay a su alrededor, pensando todo el tiempo en ese beso y lo que había significado para ella, no pudiendo callar su mente al desconocer que es lo que había significado para él, siendo el detalle más fundamental y del cuál más preguntas se hacía. —Solo me estoy