Lucius

Capítulo 2

Han pasado unos meses desde aquel fatídico acontecimiento, los días han sido grises, cada vez me hundo más y más cayendo en picada hacia la depresión; los padres de Luke resultaron no ser tan dulces como lo eran cuando él estaba en este plano, son unos buitres, incluso la casa que sería nuestro hogar en Queens y que ambos estuvimos pagando durante meses poniendo nuestro amor en ella, me la han quitado, al igual que muchas cosas más que logramos comprar juntos, yo solo me sumergí en mi dolor sin querer pelear en lo absoluto, estoy cansada, solo veo como las horas pasan, incluso he adelgazado algunos kilos, no puedo con la idea de estar sin él, a pesar de las diferencias, yo lo amaba, lo sigo amando; papá ha estado preocupado por mí, incluso me ayudó el día del funeral cuando los padres de Luke solo me enfrentaron a gritos culpándome por el supuesto accidente o así fue el dictamen policial afirmando que mi novio perdió el control saliéndose del camino y que no usó el cinturón; aun así, aunque no fue realmente lo que sucedió, todo el tiempo intenté salvarlo, pero no pude lograrlo y la culpa me carcome.

Estos meses han sido fatales ocasionándome horribles pesadillas donde se revive la escena una y otra vez, Luke muerto entre mis brazos, mis ojos avellana se ven opacados por los grandes círculos negros que se forman bajo estos, no he podido dormir bien, por un tiempo estuve en California con papá bajo su cuidado, aunque por su trabajo suele ausentarse y se sentía algo mal al dejarme sola, a pesar de ser un caído, lleva una vida tan normal como la de cualquiera trabajando en una compañía de transportes; en vista de que no mejoraba decidió hablar con mi mejor amiga y ahora heme aquí en Nueva Orleans viviendo con Mel, que me ha cuidado estas últimas tres semanas.

La vida aquí es diferente, el ritmo, la gente, la comida, todo pasa lento a mi alrededor; traje conmigo a mis fieles mascotas, son lo único que me queda de mi Luke, ellos y algunas fotos y recuerdos; unos pocos ahorros que pude conservar junto con la liquidación de mi antiguo empleo, sí, me hundí tanto en esta depresión que me ausenté y me despidieron, no concebía la idea de ir a la oficina y no verlo caminar de aquí para allá, duele mucho, aún conservo su almohada con su aroma amaderado, algo que sus padres no pudieron quitarme, la uso en las noches con la esperanza de lograr dormir un poco, con la esperanza de verlo en sueños, verlo bien y feliz, un buen sueño, pero no ha funcionado, me terminaré volviendo loca a este paso.

Me encuentro en el patio trasero de la casa de Mel, vestida con pantalones de chándal y una camiseta de cuello redondo que me quedan enormes, en definitiva mi cuerpo ya no es el de antes, a veces solo logro comer una vez al día, un nudo en el estómago me hace muy difícil la tarea de hacerlo con frecuencia; suelto una pesada respiración y me pongo de pie, Sky se acerca a mí y comienza a frotar su cabeza en mi pierna llenando mis pantalones de pelo, sonrío con pesar y llevo mi mano a ella acariciándola

—Quieres hacerme sentir bien ¿cierto? Deja te arrojo tu juguete ¿Dónde has dejado la pelota? —

Pregunto mientras camino un poco, Tristán solo está echado durmiendo bajo la sombra de uno de los árboles y logro ver la pelota rosada de goma llena de babas de este par de animalitos, niego con mi cabeza y me acerco

—Con que aquí dejaron el juguete, Sky, ve por él —

Suelto mientras arrojo la pelota, la bola de pelos dorada corre tras su juguete mientras los recuerdos me invaden y una lágrima no tarda en rodar por mi mejilla, esto es duro

—Laura, ya llegué —

Escucho la voz tranquila de Mel, me giro en mis talones y veo a la chica de piel blanca, cabello castaño y ojos azules acercarse a mí, su gesto es de preocupación al verme, trato de darle mi mejor sonrisa, estando cerca solo me abraza en silencio mientras suelto una pesada respiración

—No puedes estar así todo el tiempo, nena —

Trago en seco, contener el llanto se vuelve cada vez más difícil

—No puedo con el vacío, Mel, lo extraño —

Suelto entre sollozos, solo puedo temblar mientras me dejo fluir, Mel me acaricia mi cabeza tratando de consolarme

—Se que lo extrañas, pero tú te estás hundiendo, entiéndelo, aquí habemos personas que te amamos y estamos preocupados por ti, Laura, sé que no puedes morir fácilmente al ser una nephilim, pero te estás perdiendo a ti misma y estamos asustados, Ed y yo estamos con el alma en un hilo —

Trago en seco y me separo un poco de ella que me toma por los hombros, a duras penas levanto la mirada, ella solo arquea las cejas haciendo ese gesto tan característico de preocupación, ella es la única persona cercana que conoce mi secreto y el de papá, curiosamente también es una nephilim, solo que la historia de su familia es diferente, sus padres también son como nosotras, su familia está completa, en mi caso solo éramos papá y yo contra el mundo; trato de limpiarme las lágrimas con mi muñeca mientras sorbo por la nariz

—¿Qué hago? —

—Vivir, no puedes dejarte hundir, dudo quieras dejar a Ed sin su hija y yo no quiero quedarme sin mi amiga, tu aura se está apagando, Laura, es como si algo te estuviera absorbiendo la energía —

—No sé qué hacer, solo siento que no hay salida, sabes que solo nos enamoramos una vez y ahora que ya no está siento ese vacío inmenso —

—Si tanto lo amas sabes que puedes encontrar su alma de nuevo algún día, pero por favor, aférrate a algo y no te dejes caer o si caes, levántate, me tienes a mí, tonta — 

Me abrazo a mí misma y desvió la mirada hacia Tristán que al fin despierta de su siesta y se acerca a mi moviendo su cola

—Trataré de salir de esto, lo prometo —

—No prometas, hazlo por ti, de hecho, te tengo una noticia, sé que estudiaste diseño gráfico y esas cosas y hay una agencia de publicidad que está solicitando personal, Jonnathan Jenkins es el dueño, tiene años en el negocio su agencia es grande, podrías conseguir algo bueno, convivir con más personas, volver a ser tú, Laura, necesitas ver que no todo es gris y probar de nuevo —

Suspiro, tiene razón, tengo que tratar de ser útil de nuevo, no puedo ser una carga para ellos, yo era alguien independiente

—Iré mañana, pero por favor, entiende que mi vida amorosa se jodió, Mel, perdí a mi otra mitad y… —

—¡Basta! No quería decirte las cosas, pero como las palabras bonitas no funcionan mejor nos iremos por la cruel realidad ¿No sabes todo lo que decía ese hijo de perra? —

Su expresión cambia a una llena de rabia dejándome boquiabierta, no me esperaba esa reacción, no entiendo que es lo que hice para que se alterara de esa forma

—Mel…—

Digo en apenas un balbuceo, ella frunce el ceño y mira hacia otro lado

—Ese cabrón jamás estuvo enamorado de ti, yo no te decía nada para dejarte vivir tu duelo, pero ya es suficiente que te auto compadezcas por culpa de ese cabrón, Laura, ¿nunca te dijo porque no quería tener hijos contigo? —

—Solo que no le gustaban los niños —

—Miserable hijo de perra, te lo diré y tengo pruebas para demostrarte lo que te digo, quizás tu mundo se desmorone de nuevo, pero espero así levantes el culo y te agarres de ese sentimiento para salir del hoyo, él cabrón se hizo la vasectomía porque no solo estaba contigo, esas juntas de trabajo, la supuesta secretaria de la oficina, sus viajes, cuando llegaba tarde a casa—

—No, no puede ser —

Respondo nerviosa y mis manos tiemblan como gelatina, no lo creo, no sé porque me miente así, ¡Es mi mejor amiga! Mi pulso se dispara y mi respiración es entrecortada

—Laura, te voy a mostrar algo, pero te resumo la historia que cuando fui a encararlo a su departamento, el imbécil me dijo que iba a decir que era yo la que se insinuaba, que consiguió hackear mis redes y mi móvil y tomó fotos mías con las que me estaba chantajeando, dijo que tú estabas perdidamente enamorada de él y que yo sería la amiga que te rompería el corazón, por eso yo ya no te visitaba tan seguido como antes, por eso nos viste discutiendo una semana antes de la boda, yo me le enfrenté amenazándolo con la verdad y él ya tenía montado un teatro—

—Mel, me estás lastimando con eso, no estoy para bromas —

—Espera a oír esto —

Dice sacando su móvil del bolsillo de sus vaqueros, veo como teclea en él y me lo muestra dándole reproducir a la nota de voz

—Melissa, Melissa, luces deliciosa en esas fotos, ese lunar en la entrepierna es tentador, ¿puedo ver más arriba? Es más, dame como regalo de despedida de soltero el poder hundir mi cabeza entre tus piernas, ¿sabes? Tus pechos se ven más deliciosos que los de la estúpida de Laura, te los comería como un loco hambriento, seguro unos pezones rosados los coronan, de solo imaginarte desnuda me he puesto duro, creo que me daré una buena paja con tus fotos —

Mis ojos se abren como platos y siento como si mi corazón se partiera en pedazos, no cabe dudas, es la voz de Luke, pero ¿por qué? ¿Cómo es que no me di cuenta? No, Laura, si te dabas cuenta, pero no lo aceptabas, como la mancha de labial en las camisas, el perfume de mujer en el auto, su falta de apetito s****l repentino él me engañaba, pero yo quise cegarme por ser el amor de mi vida; Mel reproduce un video en el móvil y en la pantalla veo a Luke masturbándose hasta correrse gritando el nombre de Mel, cierro los ojos y más lágrimas caen, ¿Cómo pude permitirme esto? ¿Cómo pude seguir con él? Tuve el valor para muchas cosas, menos para hacerle frente

—¿Entonces? ¿ya abriste los ojos? —

Solo asiento, ella acerca su mano tomando la mía dando un apretón leve

—No quise lastimarte, Laura, pero ya era tiempo de que lo supieras —

—Solo decidió quitarme la oportunidad de una familia, ¿Sabes? Estaba aterrado cuando intenté salvarlo, seguro me creyó un monstruo —

—Es un imbécil, que se pudra en el infierno, tú eres una gran chica, ahora, vamos, tienes que ducharte, prepararé la cena y veremos unas películas —

—Gracias —

—¿Por? —

—Por ser una gran amiga y no abandonarme —

—No agradezcas, tonta, te amo, ahora ve, apestas, necesitas un buen baño —

Dice bromeando entre risas yo solo niego con la cabeza, Mel es una gran chica.

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Me siento cansada, mis ojos me pesan, pero por alguna extraña razón no puedo dormir bien, mi energía se apaga de a poco, desvió la mirada hacia uno de los rincones de la habitación y veo esa peculiar sombra que suelo ver desde hace ya un tiempo, quizás una alucinación por la depresión, creo que debo ir a terapia después de este trauma, después de cenar, Mel me ayudó a deshacerme de algunas cosas de Luke, lo admito, dolió demasiado, lloré a mares al ver como el fuego consumía el único objeto que guardaba su aroma amaderado; estoy hecho un ovillo sobre la pequeña cama de mi actual habitación mientras abrazo una muñeca de trapo que me acompaña desde la infancia, las lágrimas se han secado y mis ojos se encuentran hinchados, ruedo un poco y suspiro, es como si callera cada vez más en el hoyo, todo es un desorden, caos, ya no quiero esto para mí, Mel tiene razón, tengo que mover el trasero y hacer algo con mi vida, pero ¿y si el alma de Luke realmente me amaba? ¡Ay! Tonterías, creo que debo dejar de vivir esperanzada; suelto una pesada respiración, me levanto de la cama y miro mi móvil que se encuentra reposando en la mesita, son las tres de la madrugada y no he podido dormir, me encamino hacia la puerta saliendo de mi habitación para ir a la cocina por un vaso de agua, tengo la boca seca, de pronto siento como el vello de mi nuca se eriza, mi percepción no me falla, hay un aura más en la casa, una aparte de la de Mel, tomo un vaso y me sirvo un poco de agua y antes de beber miro hacia todas direcciones, aunque el campo de visión desde la cocina es limitado puedo ver esa sombra negra asomándose desde el comedor, esto no es una alucinación, no conozco a todos los seres sobrenaturales de este mundo ¿Qué carajos será?, bebo un sorbo, la sombra que asemeja una silueta masculina con un sombrero no se acerca, toma su distancia y el vello de mi nuca no deja de erizarse una y otra vez haciéndome estremecer, esta criatura es extraña, está de más decir que es obscura y no hablo por su color sino por la energía que emana, cuando estoy por dirigirme hacia el comedor para enfrentarla siento como todo comienza a darme vueltas, mi pulso se dispara martillando en mis oídos para ensordecerme, siento que el aire se escapa de mis pulmones y todo se vuelve negro

—¡Laura! —

Escucho el grito de Mel a la distancia mientras caigo al piso, no me puedo mover, estoy cansada, me desvanezco.   

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—Laura, nena, despierta, soy yo —

La voz de Luke se escucha a la distancia, me despierto de golpe, estoy en una especie de pastizal, es de noche, la luna llena alumbra el lugar y un cielo estrellado hace la combinación perfecta para este maravilloso escenario de ensueño, suspiro y ese aire fresco nocturno me recorre

—Laura, bebé, encuéntrame —

De nuevo escucho la voz de Luke y sonrío, miro a mi alrededor, hay arboles majestuosos, el ruido de las criaturas nocturnas está más que presente y comienzo a caminar por los alrededores, veo una sombra corriendo de un punto a otro escondiéndose detrás de uno de los árboles, sonrío, es la silueta de Luke, no cabe dudas, me acerco lentamente sin evitar tener una sonrisa en el rostro

—Ya te vi, nene —

Suelto con diversión siguiendo este juego improvisado de escondite, me acerco al árbol y apoyándome en el tronco doy una mirada hacia el otro lado de este, pero siento ese peculiar escalofrío y mis ojos se abren como platos, Luke está ahí parado casi frente a mí con la mirada perdida y esas marcas alrededor de su cuello

—¿Por qué no dijiste que eras un monstruo, Laura Day? —

Ahogo un grito y retrocedo un paso, pero él avanza poco a poco hacia mí, las lágrimas resbalan por mis mejillas mientras niego con mi cabeza

—¡No soy un monstruo! Yo quise salvarte —

—Los nephilims son aberraciones de la naturaleza, algo que va contra la ley divina, Laura, debes morir para enmendar tu pecado—

—¡No! Yo te amo, Luke, yo intenté protegerte, no soy un monstruo —

Aun con esa mirada perdida da una sonrisa siniestra, de su boca comienza a brotar sangre y me horrorizo

—¡Mírame, Laura Day! Tú me hiciste esto —

—¡No! Yo no fui ¡fue el ángel! Yo jamás te haría daño —

—Destruyeron mi alma por tu culpa, ahora tomaré la tuya —

Suelta en voz distorsionada y se acerca a toda velocidad a mí, cierro los ojos y me cubro con mis brazos

—¡NO! —

Grito con todas mis fuerzas y siento como me toman por los hombros y me sacuden

—¡Laura! ¡Despierta! —

La voz de Mel se hace presente y mis ojos se abren de golpe, fue una maldita pesadilla, mi respiración es entrecortada, mi pulso acelerado y creo que me acabo de llevar un susto de muerte.