Axon se apartó lentamente de Avis con su mirada puesta fijamente en sus ojos. La joven podía ver las mejillas acaloradas del muchacho, sus ojos brillaban y parecía que algo en él había cambiado. El mentón de Axon comenzaba a temblar y bajó la mirada hasta su mano izquierda. —¿Estás bien? —preguntó la joven preocupada. Pero Axon no respondió, sólo cubrió su mano izquierda con la otra. Se levantó del suelo y retrocedió dos pasos para así alejarse de la joven, después, cayó de rodillas y soltó un grito de dolor. —¡Axon! —soltó Avis corriendo a ayudarlo. Los dientes de Avis querían destrozar sus uñas, sus ojos estaban inundados de lágrimas mientras esperaba en el pasillo de lo que parecía ser una clínica. Claro, aquel lugar era mucho más moderno a los que han construido los humano