Capítulo 6: Irresponsable

1868 Words
3 Omegas encerrados con un Alfa... Si creias que tu vida era miserable, es porque no conocias las nuestras. Eramos 3 Omegas. Sí, 3 omegas encerrados con un loco. Sí, con un loco, con un mendigo Alfa demente, el unico padre que conociamos, un mounstro. Nunca conocimos a nuestra madre, decian que era una jovencita que murio en el parto, otros que nos abandono. Cuando tuvimos dos años, el hombre que nos apadrino fallecio dejando a cargo de su hijo, su unico hijo que no paso ni un minuto, nos mostro su verdadera cara. —Les enseñare su lugar, trio de inservibles, a partir de hoy todo cambiara. Si que cambio, los juguetes desaparecieron, y aquellos uniformes aparecieron. Siendo apenas niños, teniamos prohibido salir a jugar, solo debiamos estudiar para ser sirvientes, sus sirvientes. Ay si le constestaramos, él no dudaba en abofetearnos. —Aprende tu lugar igualado, recuerdo quien te da techo y comida, maldito muerto de hambre, o quieres que te eche y ser un Omega de la mala vida, parir hijos sin parar, ¿Por qué dudo que sirvas para otra cosa?. Pero por alguna razón no podia callarme, no podia y asi pagaba por mis constestaciónes. Recuerdo que ni bien tuve 10 años, lo insulte por hacer llorar a mi hermano; me agarro de los pelos y me tiro a la fuente de agua helada ese día pensé que me mataba, pero algo cambio de repente como si un trance se tratase sus ojos se suavizaron, a una mirada tan dulce como la de su difunto padre. —Vete a cambiar te vas a resfriar y así lo hice, fui corriendo a cambiarme y veía como estaba así durante un rato para luego volver a la realidad sin saber que había pasado. Vivir con ese loco tambien tenia sus puntos buenos, por ejemplo sabiamos cuando debiamos huir por nuestra vida. Si él salia por el balcon era señal de que debiamos correr. Ya que nos recibia a balazos. En su oficina tenia tantas armas, que nunca sabiamos con lo que iba a salir. Él unico que se preocupaba un poco por nosotros era el abogado, pero el desgraciado se enculo con él. —Debes ayudarnos nos va a matar. —¿Qué decias? —¡Qué nos va a matar! —Se ve tan bello con ese traje, juro que cuando me case con él le diré que mejore su trato. Le traerá rosas, esas les gustan. ... Cuando fuimos mas grandes nos resignamos a ser los sirvientes. Debiamos inclinarnos siempre ante su presencia, si cometiamos un error suplicar su misericordia para evitar que nos golpee. No podiamos salir sin su permiso, no debiamos socializar. Entonces aquel empleado llego, un joven jardinero, un Alfa, que sin dudas era bellisimo; unos cabellos rojos, ojos verdes, eran divino. Venia a dar mantenimiento al jardin, y por alguna razón le caia bien a nuestro verdugo. El primero en caer en sus encantos fue mi hermano menor, él mas soñador de los 3. Se veian a ocultas en los jardines traseros para darse besitos, pero no todo era miel sobre hojuelas mi hermano del medio, empezo a tener celos y envidia, por lo que empezo a distanciarse y enojarse por todo. Pero un dia empezo a venir sonriendo de la nada. ¡Sospechoso, sospechoso! Mi otro hermano no lo notaba al fin al cabo ambos vivían en una nube entonces un día lo seguí, y lo vi ahí en los jardines fingiendo ser mi hermano menor. Quizás ese jardinero no supiera diferenciarnos, pero mi hermano cruzo el límite. Cuando llego lo encare. —Bonitas horas de llegar. —Mostrando mi mejor cara de seriedad para el asunto. —No eres mi padre. —Qué el atrevido me constestaba, desfachatez, acaso no tenía vergüenza. —Se lo que haces, y te aviso o los dejas o le dire al verdugo lo que haces. —No lo haras, si lo haces lo castigaran a nuestro hermanito por andar de zorra. —Hablo la zorra mayor. Te estas metiendo con lo que no es tuyo. —Tampoco es de él. Aparte yo puedo darle mejores cosas que ese idiota. —¿Te acostaste con él? —¿Qué hay si lo hice? —Su rostro sádico me hizo divagar, era el verdugo, por un momento fue verlo a él, aquel sadismo en su rostro por lo que lo abofetee no una sino varias veces, dejándole el rostro rojo. Él me miraba desde el piso sujetandose el rostro llorando para luego llegar mi hermanito, mi pobre hermanito ¿Cómo le diria tal horror? —¡¿Qué paso aqui?! ¿Por qué le pegas? —No le digas. —Se lo dire. —No se lo digas, por favor. —Debiste pensarlo antes de acostarte con el Jardinero. —No te hablaba a ti, le hablaba a Marcos. —¿Te acostaste con él? Eres idiota ¿o qué? Cuentame ¿Cómo? —¿Qué? —Me estaba haciendo pasar por ti, le dije que esperara mas tiempo ahora debera decirme que hizo o notara la diferencia —Se estuvieron haciendo pasar por mi, y te acostaste también con él. —Es que él solo le gustaba tu personalidad, me dijo que los otros dos no les parecia gran cosa. Entonces Lionel me descubrio y le dije que lo dejaria participar mientras no dijiese nada, pero no pudo controlarse. Yo espero al menos 3 citas, sabes que si se da cuenta lo perderemos. —Pues fue tu culpa él me dijo que queria repetirlo y no tuve alternativa, pero claro que no lo perdere, yo lo amo y él se dara cuenta que tambien. Me lo perdonara. —El no nos ama, solo lo quiere a él. —Ah ahora la culpa la tengo yo. -Pues siendo asi terminare con él y tendran el camino libre, ahi elegira con quien se quedara.. —No no lo hagas, Patricio, por favor. Mi hermano del medio estaba llorando, él sabía en el fondo tenía la de perder. —Él me ama siendo tú, pero no le agrado siendo yo, de los 3 soy el unico que no lo caigo bien. —Ah nadie le caes bien Lionel, con tal de salvar tu pellejo nos dechabas a nosotros. Sino fuera porque te gusta ese muchacho ya nos hubieras hundido de una. —No le digas, por favor. No soportaria que me desprecie, no lo soportaria. —Pero fue demasiado tarde aquel muchacho nos vio y escucho todo, saliendo a correr. Durante varios meses no nos dirigio la palabra, bueno a ellos, ya que yo que culpa tenia de la pendejez de esos dos. Con el tiempo tambien empezo a dirigirle la palabra de vuelta a Marcos, pero con Lionel la cosa era tensa, ya que Lionel estaba enamoradisimo pero él no queria saber nada de él, nada de nada. Ya le caia mal antes y le caia mal ahora. No tenian nada en comun. —Lo amo, y él me rechazo otra vez. Sin el brillo del mayor, sin él encanto del menor, simplemente solo soy una copia de seguridad. —Filosofando era un desastre, pero me ponía triste, verlo así con el corazón roto y la espalda latigueada por cocinar de más la carne a nuestro verdugo, 3 latigazos les dio, y eso que era el que más le simpatizaba de los 3, tanto que de los 3 era el único que tenía estudios de contabilidad y manejaba todo el inventario de la casa. —Mira Lionel, una rosa para ti. —Te lo dio él para ¿mi?. —Emm. "—Toma para ti, una rosa para el mas hermoso. — Mi hermano esta muerto de amor por ti dale caso. —No lo haré." -Sí, me lo dio él para ti.. —Te lo dio a ti no. -Si ya sabes para qué preguntas. Pero entonces algo cambio, nuestro verdugo mando Lionel a comprar herramientas junto con el jardinero, ya que cargar la planilla con todo lo que debía y no comprar era su don, aparte solo él tenía autorización para usar la tarjeta de crédito sin límites. Mientras que a nosotros nos daba todo controlado. A él confiaba ciegamente, bueno es que nosotros tambien, una vez compramos una serpiente para vengarnos y pues vimos como anduvo con la serpiente colgando del cuello solo para atormentarnos, al punto de que ahora era de sus tantas mascotas, extrañas. Es que ese desgraciado un poco más y tenía una granja. Sí adivina como no pusimos al saber de niños que sus mínipigs se llamaban igual a nosotros, el hombre que nos apadrino nos llamó igual que la mascotas de sus hijos, excepto Lionel este se llamaba igual al difunto esposo. Empiezo a creer que es y era favorito hasta que un dia urgando, vimos una foto donde estaba con los 3 minipigs, 3. "—¿Qué le pasó al minipigs del medio? ¿Cómo se llamaba? —Lionel, me lo comí, no debió seguirme, y de castigo me lo comí. No quiero hablar del tema, nunca." Ese día supimos que a todos nos odiaba de igual manera, solo a veces teníamos suerte. Por lo que volviendo a mi hermano y su amor por los inventarios, ya estaba haciendo la lista de compras, imaginate, estaba llorando pero no olvidaba que debiamos comprar arroz ya que se estaba acabando. Mientras que fueron a comprar un desgraciado empezo a coquetearlo y hostigar, a nuestro jardinero. —Colorado ¿Por qué no me acompañas a que te muestre lo que es un buen macho? —Soy un Alf... —Yo soy su macho, algún problema, vamos a pelear si quieres. —Tú, ¿Un Omega?Rubiecito tienes cara de princesa, que me vas a pegar con esa bolsita de friselina. A ver como pega la princesa. —Alejate no quiero que salgas lastimado. —Por lo que se arremango para pegar. —Pues pega princesita. —Tu no mires. —Por lo que él jardinero se tapo los ojos, y mi hermano hizo lo que mejor sabia hacer drama.. —Ayyyy me golpeo, auxilio, me golpeo, grito sin parar como niño en berrinche, por lo que él tipo se fue sin pensarlo dos veces. —¿Cómo que eres mi macho? Se miraron un rato y empezo a gritar. —¿Por qué me dejas a mi que soy tu esposo y padre de tus hijos por ese rompehogares?. Todas las miradas se posaron en él.. —Callate, no inventes. —Yo te amo, y me dejas por él ¿Qué tiene el que no tenga yo? —Basta, van a pensar que es verdad. —Acaso lo nuestro es una mentira... Por lo que tuvo que callarlo con un beso. ... Ni bien regresaron, habia algo extraño en ellos, senti como si solo me hubiese contado la mitad. Primero ¿Por qué mi hermano sonreia de oreja a oreja? Segundo también el jardinero, tercero tardaron demasiado por algo tan pequeño, y cuarto e ultimo, ambos tenian el pelo mojado e olian a jabon barato y a sexo. Yo mejor haria que no me daba cuenta... Continuara...
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