Mientras Ava competía con Liam sobre quien merecía el trofeo como el mejor jugador de bolos, Callum invitó a Dove a cenar comida italiana esa misma noche. Dove no tuvo que escaparse. Ava no estaba en casa, había salido con sus amigas. Dove se duchó, se aplicó ese perfume que Callum respiraba en su cuello y un vestido poco ceñido al cuerpo. Callum pasó por ella a la puerta de la casa. Esa vez no tuvo que esconderse ni pedirle que la recogiera en un lugar neutral. Así como Ava se desprendió del miedo por ser descubierta, Dove hizo lo mismo. Era momento de actuar como una adulta que tenía las riendas de su vida justo en la mano.
Callum la besó cuando subió a su camioneta y le dijo que irían a un restaurante que encontró en el mapa. Decidieron que sería buena idea conocer los restaurantes y
