La siguiente semana pasó volando. Liam continuaba enojado con Ava, por lo que no se llamaron, se evitaron en clase y no se enviaron ni un mensaje. Fue una semana larga para ellos, pero corta para Dove y su elección del viernes. Callum le dio hasta el jueves para pensarlo, y justo el día que decidió reunirse con sus amigas para hablarlo, fue el jueves después del trabajo. Para Dove era tan complicado elegir entre seguir a su corazón o su instinto, que tuvo que recurrir a una segunda y tercera opinión.
—¿Por qué no solo te vas con él? —preguntó Quiana.
—Porque tendría que volver a mentirle a Ava.
Shady sirvió más vino en las copas
—Ya le mentiste —comentó Shady—. ¿Cuál es la diferencia?
—Que no quiero crear un patrón de mentiras.
No eran tantas mentiras la que Dove le dijo a Ava. Er
