Lo que inició como coqueteo de Shady, terminó en una conversación entre Dove y Callum. Con las reglas entre ambos, era difícil no sentir que había una barrera invisible que les impedía preguntar lo primero que le llegaba a la cabeza. Callum se cohibió y se produjo un largo silencio incómodo. Dove no era buena hablando con desconocidos, pero debido a su trabajo aprendió a perder el miedo hacia lo desconocido. Fue ella quien sacó la conversación a flote después de un par de minutos en una mesa a solas. Callum la invitó a ver el espectáculo en una mesa donde estuvieran solos, y cuando la música terminó, también su invitación a hablar. Él quería saber de ella; ella no de él. —¿Vienes mucho aquí? —preguntó Dove. Callum tragó la cerveza en su boca. —Primera vez. —También yo. —Dove miró por