Marcus Hoy es el día del examen profesional de Leilah y no podía estar de peor humor. ¿La razón? Nuevamente el asunto de esa rubia, a la que esperaba ver temprano, presente en el podio con el resto de amigos y familiares, pero no… ella ni siquiera estaba aquí, ya que había conseguido una excusa para faltar. Supongo que iría a la reunión en casa de mi abuela, así que me tocaba esperar a que fuéramos hacia allá y la verdad, mi humor estaba en pésimas condiciones justo ahora, cosa que todos podían notarlo. “Es la primera vez que espero tanto por alguien. Maldición, en verdad amo a esta mujer”, pensé con molestia. — Ey, primo — Kendall me miró de manera burlona. — ¿Acaso planeas competir con el cara de palo de allá? Señaló al idiota de Roberts y no pude evitar fulminarlo con la mirada.