Marcus Resoplé de mal humor, pasando las manos por mi cabello, al verla alejarse por el pasillo, con la barbilla alzada. ¿Por qué esa rubia tenía que ser tan irritante? Sé que no la había tratado tan bien en la fiesta de Neil, ¡pero vamos! Al menos la había invitado a salir para que me dejara en paz, casi quedándome sordo por los chillidos que había soltado por su boca pintada. Claro que luego en nuestra salida, no había sido el más caballero, pero es que en verdad tenía algo que me molestaba y aún no sabía qué cosa era. — Sólo me hizo perder el tiempo — bufé. Para colmo de males, le había dicho a Leilah que no podía traerla porque tenía un compromiso y no quería que me viera rondado por la universidad y se mosqueara. Ni siquiera sabía la razón de mi presencia en este lugar, así qu