Margarita Jaramillo al escuchar la algarabía de las mujeres y de una ambulancia que llega hasta las puertas de la San Miguel se sorprendió y salió a las afuera solo para encontrarse con dos mujer que lloraba con desesperación y las luces de la ambulancia que se alejaban a toda velocidad por el largo camino que en estos momentos está muy despejado.
—¿Qué pasó?— dijo la señora del rancho a la puerta de la casa del rancho al escuchar las sirenas de la ambulancia que si iba perdiendo en la distancia — ¿Por qué hacen tanto escándalo?
Mercedes estaba hecha un manojo de nervios y Yolanda estaba al igual o peor de crispada por aquella escena donde Adalberto cayó del caballo lleno de sangre. La imagen grotesca del hombre en el suelo que parecía muerto no se apartaba de las dos jóvenes.
Dolores q
